La pandemia de coronavirus y el estado de alerta que obligaron a los gallegos a confinarse en sus casas durante varios meses también influirán en las olas de incendios que se producen en Galicia todos los veranos. El factor humano (el 90% de los fuegos son provocados por la actividad humana) y la climatología (varias semanas sin lluvia, altas temperaturas y vientos elevados) son las dos variables que provocan la expansión de los incendios. Pero este año se une otra más: el retraso en la limpieza de los montes debido a la pandemia va a provocar que aunque se produzca el mismo número de fuegos que otros años estos serán más virulentos porque hay más combustible para arder, según alertan los expertos.

"El riesgo de que haya un incendio sigue siendo el mismo que otros años porque el 90% de los fuegos en Galicia son provocados por la actividad humana", explica Serafín González, presidente de la Sociedad Galega de Historia Natural. Sin embargo, en la previsión de este año incluye un matiz. "Lo que va a haber es más dificultad de extinción puesto que no se han hecho todas las tareas preventivas que se deberían. El riesgo de que el incendio sea más grande y de que sea más difícil de controlar depende de esas tareas de prevención y de cómo venga la meteorología", apunta.

El edafólogo Avelino Núñez tiene una opinión muy similar. "Las variables para que se produzca un incendio son las mismas de siempre: actividad humana, ausencia de lluvia, altas temperaturas y viento", pero este año, además, "hay más combustible que puede arder".

Alejandro Álvarez, presidente de la Asociación pola Conservación do Ecosistema Forestal Galego, no cree que el retraso en las tareas de limpieza vaya a ser un elemento clave en la virulencia de los fuegos, aunque sí influirá en otros aspectos. "No se puede desbrozar todo el monte. Al final los desbroces se aplican en zonas puntuales. Esta falta de limpieza sí que provocará que esté más descuidada la infraestructura del monte en cuanto accesos, barreras de defensa o que llegado el momento de un incendio sea más complicado acceder, además de las propias pistas que sirven también de defensa, y en las que la vegetación está ahora hasta el borde".

Por todo ello, la campaña de incendios de este verano se prevé más virulenta en Galicia. "El inicio de un fuego va a depender de la actividad humana o de un accidente. Y que vaya adelante va a depender de la humedad, del viento y de la temperatura. Y la superficie por la que se extienda el fuego y la magnitud de este están favorecidos porque haya biomasa susceptible de ser quemada. Y las labores de mantenimiento llevan un cierto retraso este año", afirma Avelino Núñez, quien añade que "puede haber el mismo número de incendios que otros años, pero que sean más virulentos porque hay más combustible para arder y la zona afectada sea mayor". Eso sí, también reconoce que puede haber mucha biomasa para quemar "pero si el ambiente es húmedo dificulta que un incendio vaya adelante".

Muy similar es la opinión de Alejandro Álvarez que recuerda que "si la gente no sale a quemar el monte, al final no hay incendios, y si el ambiente está húmedo, aunque la gente quiera quemar va a tener problemas". Por eso, las condiciones climatológicas, además del factor humano, son claves para prever si se va a producir una ola de incendios. Y las condiciones se están empezando cumplir estos días porque ya llevamos más de una semana con tiempo seco. "Más de siete días con altas temperaturas y sin lluvias provocan un déficit hídrico y sequedad en el suelo que hacen que los incendios se extiendan", explica Avelino Núñez. Y Serafín González resume esta problemática "con cifras redondas": "Si en Galicia pasan siete días sin llover, empieza a aumentar el riesgo de incendios; si son dos semanas, la situación es muy preocupante y si pasa de tres semanas tenemos una situación explosiva. Y en esa situación explosiva es imposible controlar todos los incendios al mismo tiempo".

Si el año ha sido seco o húmedo "afecta sobre todo al grado de crecimiento de la vegetación", asegura Núñez, "pero respecto al incendio es lo que haya ocurrido en la semana o dos semanas anteriores lo que influye si va adelante y en qué magnitud". Las lluvias en los cuatro últimos meses han sido "normales", según MeteoGalicia.