Moderación fue la palabra que guío ayer el discurso de Alberto Núñez Feijóo, que alcanza un puesto en la historia política no solo de Galicia, sino de España al acumular su cuarta mayoría absoluta consecutiva. Tras atravesar una crisis y enfrentarse a otra, no ha perdido apoyo alguno. Lo ha ganado.

Con esa autoridad, recomendó a la política, tras años de convulsión, fragmentación e irrupción de nuevos partidos, rebajar el tono, ponerse el traje de gestor que tanto le gusta portar y huir de las estridencias para no decepcionar a una ciudadanía que quiere soluciones reales a las cosas de comer.

"Cuando se abandona la moderación y se olvida la estabilidad, las comunidades políticas se debilitan y se acaba perdiendo la sintonía entre las instituciones y la ciudadanía", dijo en su discurso. Su mensaje podría ser válido para los suyos, tras los varapalos sufridos por el PP de Pablo Casado, presente ayer en la toma de posesión junto al expresidente del Gobierno y su antecesor al frente de los populares, Mariano Rajoy, y barones del partido como Isabel Díaz Ayuso (Madrid), Juan Manuel Moreno (Andalucía), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) o Isabel Bonig (Comunidad Valenciana).

En los últimos tiempos, Feijóo ya reprochó la competencia del PP con Vox por escorarse a la derecha y se distanció del tono de Cayetana Álvarez de Toledo, la apuesta personal de Casado para la portavocía en el Congreso, puesto del que la ha apartado en lo que parece un mensaje a favor del discurso feijooísta.

Y es que Feijóo ha revalidado su condición de referente absoluto del PP tras su cuarta victoria por mayoría absoluta y sigue figurando en las quinielas como un posible recambio de Casado si el PP vuelve a fracasar en su asalto a La Moncloa. "Ejerceré con humildad y cumpliré con mi deber teniendo siempre presente a quién me debo: Galicia", dijo.

"Feijóo es una referencia en la política española y autonómica de buena gestión, cercanía y de estar cerca de los problemas de la gente", lo alabó Casado, que celebró especialmente su visión de una España unida y coordinada.

El presidente de la Xunta recibió similares elogios por parte de los presidentes de Castilla y León, Andalucía y la Comunidad Valenciana. No realizaron declaraciones Ayuso ni Mariano Rajoy, que dejó la política a mediados de 2018.

A él y a José Manuel Romay, que inició a Feijóo en la política, dedicó una especial muestra de cariño por ser "determinantes" en su vocación y "ejemplo de que se puede ser político y caballero", expuso en un acto marcado por la normas de seguridad contra el Covid-19. La sala principal contó con 60 invitados y otros 200 se repartieron por diversas estancias del Parlamento.