Las reticencias a viajar en transporte público por miedo a contagiarse y el aumento del desempleo y la población sin trabajador por estar sometida a un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) siguen afectando a las líneas de buses urbano, que en Galicia perdieron en julio un 37,5% de viajeros respecto al mismo mes del año pasado. Se trata de la tercera menor caída autonómica, solo por detrás de Canarias (-30%) y Asturias (-37,3%) y lejos de la media del 44%.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan el impacto de la inédita pandemia sobre la actividad socioeconómica y el transporte, si bien comienza a recuperarse, pues en Galicia experimentó descensos del 90% en abril, del 78% en mayo y del 54% en junio, mes a finales del cual se suspendió el estado de alarma decretado a mediados de marzo. Los mayores descensos se produjeron en Cataluña (-50,1%), Murcia (-45,7%) y Castilla-La Mancha (-44,0%).

En estas estadísticas también influyen las características propias de Galicia, con un gran número de núcleos de población y miles de trayectos interurbanos y no exclusivamente dentro de un único concello. El transporte interurbano perdió un 48% de viajeros, aunque el INE no desglosa esa estadística por comunidades.