Vox tratará hoy que el pleno del Congreso tramite una reforma de la vigente Ley de Partidos Políticos para ilegalizar a todas las formaciones separatistas y a las que promovieron el proceso independentista catalán de 2017. Ello incluye a ERC, Junts, junto con el BNG, la CUP y EH Bildu, entre otros, aunque los de Santiago Abascal tampoco descartan al PNV o "partido recogenueces", como le denominan.

Fue el propio presidente de Vox quien registró en enero esta proposición de ley con la que, según apuntó entonces, pretenden ilegalizar "a todos los partidos que busquen destruir la unidad y la soberanía de España", y si el PNV o el BNG también pretenden ese objetivo, se verán afectados igualmente por su reforma.

Vox sostiene que en la actualidad existen partidos que expresan en sus estatutos --e incluso desde su posición en las administraciones e instituciones-- su voluntad de "romper España" y el orden constitucional, partidos que han incitado "a la violencia, a la desobediencia de los tribunales, al incumplimiento de las leyes, al abuso de poder" y partidos que han "justificado" el terrorismo. Y, frente a esto, lo que plantea es una reforma legislativa que ponga límites para que las formaciones sean herramientas de participación política y una expresión de pluralismo, pero no "un peligro para la unidad y la convivencia entre españoles". "No se trata -argumentan en el texto- solo de proclamaciones ideológicas sino también de actuaciones reiteradas y sistemáticas que ya han merecido las más severas sanciones de la jurisdicción nacional, constitucional y ordinaria".