Retenciones en las operaciones salida de vacaciones, atascos que desesperan a la vuelta de la playa o de camino al trabajo en hora punta, un temporal de nieve que complica la circulación... Dos ciudades gallegas están entre las que presentan un mayor índice de congestión en sus carreteras: A Coruña, en el puesto octavo del ranking nacional, y Vigo, en el 17. Y a nivel mundial, la ciudad coruñesa está en el 312, tres menos que en 2019, y en la posición 196 de la clasificación europea, lo que supone una mejora de siete puestos. Peor tendencia registró la urbe olívica, que pese a mantener prácticamente su clasificación en el conjunto del país (16º), en la tabla la tabla mundial escala 19 puestos, ocupando el 355º, y en Europa sigue siendo la 221ª ciudad con más atascos.

El nivel de congestión registrado en 2020, un año marcado por las restricciones de movilidad impuestas por el COVID, se tradujo para los conductores que circularon por las carreteras de la ciudad de A Coruña en una media dos días y 7 horas atrapados al volante por atascos, 11 horas menos que los que tuvieron que soportar el año anterior, y los conductores que circularon por Vigo, según revela la empresa de tecnologías de localización TomTom (TOM2) en un informe publicado ayer sobre la situación del tráfico en más de 400 ciudades de 57 países durante 2020.

‘Ranking’

De las 25 ciudades españolas que analiza el documento, A Coruña se mantiene entre las 10 ciudades más congestionadas de toda España, con un nivel medio del 15% frente al 19% del año anterior. Se trata de un 25% menos de tráfico que el registrado el año anterior, si bien en 2020 el estado de alarma provocado por la pandemia dejó carreteras prácticamente desérticas entre los meses de marzo y junio, con un desplome del tráfico que algunos días alcanzó el 90%.

El peor día de tráfico para los coruñeses fue el martes 16 de enero, con un nivel de congestión del 34%, y coincidiendo con el temporal provocado por la borrasca Gloria. Los coruñeses perdieron en 2020 de media más de dos días en atascos, 11 horas menos que en 2019.

Pese a la restricciones de movilidad que se adoptaron en todo el país por el estallido del COVID, el informe revela que durante los meses de abril y mayo, los atascos en A Coruña y Vigo experimentaron caídas mínimas en las horas punta de la mañana y de la tarde.

El mes con menos tráfico tanto en A Coruña como en Vigo fue abril, en el que apenas se alcanzó un 1% de nivel de congestión en la ciudad olívica y un 0% en las vías coruñesas.

A la cabeza de las ciudades con más congestión en España se coloca Barcelona, con una tasa de atascos del 22%, siete puntos menos que un año atrás. Le siguen en el ranking nacional Granada (20%), Santa Cruz (18%), Valencia (17%) y Palma de Mallorca, Santander y Murcia (16%). Empatada con A Coruña (15%) están ciudades como Madrid y Las Palmas.

La tabla mundial apenas ha experimentado variaciones respecto a 019, aunque se experimentaron importantes decrecimientos en puntos como Bangalore. La ciudad india a pesar de ser la que más ha reducido su congestión de todo el mundo (20 puntos), sigue estando en el top 10 de las ciudades más congestionadas a nivel global tras alcanzar un 51% de media. A la cabeza se coloca Moscú (54%), junto con Bombay, Bogotá y Manila (todas con un 53%).

De todo el mundo, ha habido 13 ciudades que han aumentado sus niveles de congestión respecto a los números de 2019: Chongqing (China), Dnipro (Ucrania), Taipei (Taiwán), Changchun (China), Taichung (Taiwán), Taoyuang (Taiwán), Tainan (Taiwán), Izmir (Turquía), Ana (Turquía), Gaziantep (Turquía), Lovaina (Bélgica), Tauranga (Nueva Zelanda), y Wollongong (Nueva Zelanda). La práctica totalidad con un punto o dos más que los niveles de atasco registrados en 2019, con la excepción de Changchun y Taoyuang, con cuatro puntos más.

“Aunque los atascos cayeron en 2020, esto no se va a convertir en una tendencia. Vamos a ver como los niveles de tráfico crecen de nuevo, cuando la gente regrese a las oficinas y a las viejas rutinas. Por eso es el momento de que los planificadores urbanos, los políticos, los empleados —y los conductores— hagan un balance de las medidas que van a llevar a cabo para que haya menos atascos en las carreteras en el futuro”, detalla Ralf-Peter Schäfer, vicepresidente de Tráfico y Viaje de TomTom.

La falta de fluidez en las carreteras tiene un triple coste: económico, ambiental y social. Un informe del Instituto de Estudios de Prospectiva Tecnólógica (IPTS), perteneciente a la UE ha hecho el cálculo: los conductores españoles despilfarran 5.500 millones cada año por la congestión del tráfico. En el caso de Galicia, aunque el nivel de colapso dista mucho de la que soportan ciudades como Madrid o Barcelona, el coste de los atascos también es elevado: casi 300 millones anuales.