El lobo mató el año pasado más de 10.000 reses en las cuatro comunidades autónomas del Noroeste: Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León. Los ataques registrados en 2020 por este animal, que el Ministerio de Transición Ecológica acaba de incluir en el Listado de especies de protección especial, ha obligado a los gobiernos autonómicos de estos cuatro territorios a desembolsar unos 3 millones de euros en concepto de pago de daños.

El Noroeste, que ha constituido un frente común contra el blindaje del lobo, ya ha advertido al departamento que dirige Teresa Ribera de que impugnará el acuerdo aprobado la semana pasada por la comisión estatal de Patrimonio y Biodiversidad por “irregularidades” en el procedimiento y por invasión de competencias cinegéticas y en materia de gestión de la fauna. La propuesta salió adelante con el apoyo de Ministerio y ocho comunidades sin apenas presencia del mamífero. Solo Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León concentran el 95% de esta especie en España.

La presión ejercida por las comunidades del Noroeste ha llevado al Ministerio de Transición Ecológica a convocarles a una reunión el próximo lunes para abordar el futuro del lobo, una reforma demandada por los colectivos ecologistas que ha abierto una brecha en el Gobierno con dos posturas enfrentadas. Por una lado, la del departamento que dirige Ribera, que apuesta por prohibir la caza del lobo en todo el país, y por otro lado, la del ministro de Agricultura, Luis Planas, que defiende el planteamiento de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León y de los ganaderos.

Galicia

El informe sobre el lobo correspondiente a 2020 refleja que en la comunidad gallega se registraron 1.303 ataques, que ocasionaron la muerte de 2.310 cabezas de ganado. Fueron en concreto 1.045 ovejas, 667 vacas, 308 cabras y 290 caballos, la mayoría en la provincia de Ourense. La Xunta tuvo que desembolsar el año pasado un total de 646.000 euros por los daños ocasionados por el lobo.

El Ejecutivo autonómico ha constatado en los últimos años “un incremento significativo de los daños producidos por el lobo”. Desde el año 2014 el número de avisos por daños de esta especie experimentó un aumento del 126% —más del doble—, pasando de 618 avisos hace siete años a los más de 1.300 del ejercicio pasado. El número de animales afectados también experimentó un repunte del 59%, al pasar de 1.458 en 2014 a los 2.310 del año pasado.

El Gobierno de Alberto Núñez Feijóo abrió en 2016 una línea de ayudas a la prevención de daños, a la que el año pasado destinó 347.000 euros. Los beneficiarios (unos 1.600 ganaderos) recibieron esta aportación para actuaciones como la adquisición de perros de guardia y defensa y la instalación de cierres, mallas electrificadas y pastores eléctricos para la protección de las explotaciones ganaderas.

Castilla y León

El Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco (PP) registró el año pasado 3.685 reses muertas en 2.578 ataques protagonizados por lobos. En un detallado informe, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente revela los daños del lobo por provincias, siendo la más afectada Ávila (1.501 ataques y 1.594 cabezas muertas), seguida de Segovia (465 denuncias y 840 bajas) y Zamora (209 ataques y 550 animales domésticos muertos). A falta de cerrar algunos expedientes, el Ejecutivo autonómico aún desconoce el importe exacto de las indemnizaciones por los daños causados el año pasado por el lobo, pero los datos recogidos indican que no diferirá mucho de los 1,24 millones abonados en el año 2019.

El informe revela que el 85% de los ataques (2.198) se registraron al sur del río Duero y provocaron la muerte de 3.049 cabezas de ganado, el 83 por ciento del total. Más datos: frente a la disminución de los daños desde 2015 al norte del Duero, se constata un notable incremento al sur de ese río. El Gobierno autonómico achaca este hecho a que el lobo solo es especie cinegética al norte del Duero, pues al sur goza de protección especial, la misma que ahora se propone aplicar en toda España el Ministerio para la Transición Ecológica.

El número de ataques del lobo es en la actualidad al norte del Duero similar al que se registraba en 2006, mientras que al sur se ha multiplicado por diez. El censo regional de la especie realizado entre 2012 y 2013 detectó en la región 179 manadas, la mayoría en León (54) y Zamora (45). Desde entonces se ha producido “un notable incremento poblacional en los territorios situados al sur del Duero”, sobremanera en la provincia de Ávila, donde la población se ha duplicado, según el Gobierno regional.

Cantabria

El Gobierno de Miguel Ángel Revilla (PRC) acaba de cerrar los datos del lobo correspondientes al año pasado. El depredador ocasionó en la región 1.518 muertes en los 821 ataques registrados por los ganaderos. El valor de las indemnizaciones por los daños ocasionados por la especie ascendieron a 428.498 euros. Son casi 200.000 euros menos que en 2019, ya que también descendió el número de bajas entre el ganado (fueron entonces alrededor de 2.400).

El Ejecutivo autonómico abona los daños del lobo en toda la región desde 2019, ya que hasta entonces solo lo hacía en la reserva regional de caza Saja, situada entre el río Besaya y el parque nacional de los Picos de Europa, y entre Cabuérniga y el límite con Palencia. Los pagos se realizan mediante una póliza de seguro. Entre las previsiones del Gobierno regional figura la creación de la figura del “pago por servicios ambientales”, a imagen y semejanza de la que se aplica en Francia y la que pretende implantar Transición Ecológica, que compensaría los costes adicionales que supone mantener ganado en zonas con grandes carnívoros.

Asturias

El Ejecutivo de Adrián Barbón (PSOE) solo maneja en la actualidad los datos de daños del lobo correspondientes a 2019. Y son aún “provisionales”. El número de animales “dañados” (el Principado incluye también los heridos) ese año fue de 2.977, de los cuales 1.077 fueron caballos, 822 ovejas, 735 vacas, 339 cabras y cuatro perros. No ha especificado el número de ataques ni el valor de las indemnizaciones. La última cifra oficial conocida corresponde a 2018, cuando el Principado tuvo que abonar 889.549 euros por daños del lobo. Ese año había en Asturias 40 manadas, de las cuales 31 eran grupos reproductores, según el Gobierno autonómico, las cifras más altas en lo que va de siglo.

Galicia suma 90 manadas que se concentran en el 72% del territorio

La población de lobos en Galicia no han dejado de crecer en los últimos años. En los montes de la comunidad habitan 90 manadas reproductoras (14 compartidas con otras comunidades y con Portugal), según los últimos datos disponibles de la Consellería de Medio Ambiente y que confirman un aumento de más del 30% respecto a las 68 contabilizadas en los censos de 2001 a 2003. El área de distribución de la especie en Galicia supone el 72,17% del territorio de la comunidad. Las provincias de Lugo y Ourense se colocan a la cabeza, con casi un 80% en ambos casos; mientras que en A Coruña ocupa un 65,6%y en Pontevedra un 55,4%.

Desde hace más de una década, Galicia cuenta con el Plan del Lobo, que tiene como objetivo garantizar la viabilidad de la especie en la comunidad, “manteniendo una población estable y, al mismo tiempo, compatibilizar su existencia con la ganadería extensiva y con la viabilidad económica de las explotaciones agropecuarias”, según detallan desde el departamento que dirige Ángeles Vázquez.

Comité técnico

Tras la creación por parte de las cuatro comunidades del Noroeste de una comité técnico sobre el lobo ibérico para coordinarse, País Vasco y Madrid confirmaron ayer su incorporación. El foro científico-técnico también contará con la participación de especialistas del logo ibérico que asesoran a las comunidades en sus planes de gestión.

El lobo mató el año pasado más de 10.000 reses en las cuatro comunidades del Noroeste | L. O.

El lobo mató el año pasado más de 10.000 reses en las cuatro comunidades del Noroeste | L. O.