La compañía financiera Bloomberg acaba de publicar un informe en el que alerta del aumento del riesgo de una burbuja inmobiliaria a nivel mundial como la de 2008. “El extraordinario estímulo que ha ayudado a poner de nuevo en pie a la economía global también está avivando un nuevo problema: las burbujas inmobiliarias”, asegura Niraj Shah, responsable del informe.

En el caso de España, el mayor riesgo aparece en el crecimiento del crédito —“un indicador de problemas futuros”— que es el cuarto más alto, solo por detrás de Francia, Noruega y Colombia. El estudio deja al sector inmobiliario español fuera de la zona roja de riesgo de la burbuja. Una de las causas es que, como en los últimos años, ha vuelto a reducir el stock de viviendas nuevas sin vender, uno de los múltiples factores que llevaron al crack del sector inmobiliario.

Un ejemplo es Galicia que a cierre de 2020 contaba con una bolsa de inmuebles en venta a estrenar de 20.683 unidades, una cifra que se reduce cada año y que ya es casi la mitad del máximo que se registró en 2010, cuando tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria se contabilizaban 39.268, según los últimos datos publicados ayer por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.

Aunque el ritmo de absorción se ha ido moderando de forma progresiva desde entonces, el excedente de vivienda nueva sin vender lleva bajando sin descanso en la última década. De hecho, este stock se redujo en 2020 —un año marcado por la pandemia de coronavirus y la parálisis del sector— en 0,69 puntos con respecto a 2019, una caída que contrasta con la absorción del 7,1% que se produjo en 2016 o del 8,4% y 8,3% en 2014 y 2015.

Desde 2005 a 2010, el número de viviendas nuevas sin vender no paró de aumentar en Galicia. Significativo fue el alza de 2009, cuando este dato se disparó casi un 19%, mientras que en 2010 lo hizo un 3,9%. Desde entonces, coincidiendo con la crisis inmobiliaria tras el boom experimentado por el sector, el excedente de vivienda nueva sin vender no ha dejado de bajar en la comunidad.

Galicia cuenta con el 4,5% del stock a nivel nacional. Solo tres comunidades —Comunidad Valenciana, Cataluña y Andalucía— acumulan el 50% de la bolsa española. En todo el país, el stock alcanza las 456.918, unidades una cifra que ya es un 30% inferior al máximo que se registró en 2008.