Cientos de explotaciones sobreviven con los ahorros de los últimos años porque los ingresos no bastan para cubrir los gastos que le genera su cabaña de vacuno. En ruina se declaran muchas, que ya han tenido que echar el cierre al no poder afrontar las facturas. Solo en el último año, más de 300 granjas lácteas han puesto fin a su actividad, más de la mitad de las que lo hicieron en el conjunto del país. Ante los cada vez más elevados costes de producción por el alza de los piensos, los abonos y sobre todo la luz y también el gasoil y los bajo precios que reciben en origen por cada litro de leche que sale de sus explotaciones, el sector reclama un revisión de los contratos de compraventa entre ganaderos e industria.

Los datos de los últimos dos años recogidos por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) revelan unas pérdidas mensuales de entre 1.231 y 1.464 euros por la brecha entre los costes de producción y los precios que reciben los productores. En el caso de los ganaderos gallegos, que se sitúan en la parte alta de la tabla, sufrieron unas pérdidas superiores a los 1.400 euros al mes, ya que son los que menos cobran de todo el Estado.

Con el objetivo de exigir a la industria que garantice los costes de producción, el sector ha fijado un calendario de movilizaciones que arranca en Andalucía y en agosto se trasladará a la cornisa cantábrica. “Es hora de que los precios cubran los costes de producción y que se cumpla con la Ley de mejora de la Cadena Alimentaria ”, reclama el responsable del sector lácteo de COAG, Gaspar Anabitarte, quien además advierte de que en el conjunto del país la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, recoge 37 sanciones por incumplimientos en este sentido. “Cuando se detecte cualquier tipo de ilegalidad en los contratos hay que denunciarlo”, urge al sector Anabitarte.

Pese a la subida de dos céntimos por litro anunciada por algunas industrias, esta se queda corta para cubrir el aumento de los costes como consecuencia del alza de precios de las materias primas para alimentación animal (casi un 30% en un año) y el incremento de la factura eléctrica. “Estas subidas no responden a los verdaderos costes de producción, que en términos medios se sitúan en 0,35 euros el litro, según el estudio de cadena de valor de la leche de vaca, publicado por el Ministerio de Agricultura”, cuestionan desde COAG.

Con el objetivo de forzar a la industria a una revisión de los contratos para que garanticen a las explotaciones cubrir los costes de producción, están ya anunciadas movilizaciones que empezarán en Andalucía y se extenderán a la cornisa cantábrica en el mes de agosto. “La situación es insostenible para las pequeñas y medianas explotaciones,”, denuncian desde el sector lácteo.