Los gallegos, junto a los habitantes de Castilla-La Mancha, son los españoles que pagan las pólizas de hogar más caras de España, con una media de 179 euros, según un informe publicado por Rastreator. Por el contrario, Asturias (139 euros); Aragón (149) y La Rioja (153) son las comunidades con los seguros de hogar más baratos.

Casi 20 millones de viviendas de los 25 que existen en España tienen contratado un seguro de hogar, o bien por ser obligatorio al contratar la hipoteca, o por decisión propia. Esto significa que hay más de 5 millones de hogares sin seguro, un 26% del total, por lo que no estarían cubiertos en caso de robo. Esta cifra ha crecido un 13,3% en el último año (782.882 viviendas más), a pesar de que casi 5 millones de españoles (el 16,5% de población) han tenido que asumir en alguna ocasión reparaciones caras en sus hogares al no contar con esta protección. “El conjunto de los percances de robo del periodo de 2019-2020 indica que el coste medio fue de unos 1.300 euros”, según datos de la patronal del sector asegurador, Unespa, una cantidad que supera los precios medios de los seguros, incluso los más caros, añade el informe.

En el caso del seguro de hogar, el precio de la prima dependerá de factores como la ubicación de la vivienda (rural o urbana), el tipo de vivienda (en altura o unifamiliar), la superficie de la misma o si dispone o no de alarma.

Además, es fundamental diferenciar entre el continente y el contenido de la vivienda (mobiliario, electrodomésticos y equipos electrónicos, joyas y objetos de valor artístico), ya que, en caso de robo, el seguro cubrirá solo el importe de la cobertura que se tenga contratada.

Los robos con fuerza en los domicilios han aumentado en los últimos años, por eso los seguros de hogar cobran especial importancia. Sin embargo, pese a que este tipo de pólizas están muy difundidas, existe un desconocimiento de las coberturas, limitaciones y servicios que contienen sus seguros de hogar. En la póliza de una vivienda se pueden asegurar dos partes de la casa. Por una parte, se puede asegurar solo el continente, es decir, la vivienda en sí, para que la compañía cubra los posibles daños en estructura, techos, paredes, suelo… Pero también se puede adquirir un seguro para el contenido, con el que además se tiene asegurado el interior de la casa, ya sea mobiliario u otros bienes. Así, si entran a robar en casa, el seguro cubrirá los daños que causen los ladrones en la puerta u otras partes de la vivienda, pero también los objetos y bienes que sean sustraídos.