Uno de los objetivos de la Consellería de Medio Rural con la última legislación aprobada, radica en transformar los terrenos abandonados en tierras fértiles que produzcan cultivos alimentarios o forestales.

En esa tarea, ha identificado ya 24.000 hectáreas —equivalente a toda la superficie ardida los últimos tres años— situadas en 707 fincas de concentración parcelaria.

Ahora, pretende ofrecer estos terrenos a quienes quieran explotarlos mediante la figura de polígonos agroforestales.

El Consello de la Xunta analizó ayer el informe elaborado por el departamento de José González para dar respuesta a una demanda de superficie de más de 31.000 hectáreas, de las que casi 10.000 corresponden a las denominaciones de origen de vino. Es el resultado de la consulta abierta en marzo para optar a fondos del plan de recuperación diseñado por el Gobierno central.