“Al borde del embalse hay unas cincuenta gaviotas muertas y unas treinta heridas. En medio de la presa hay unas sesenta o más, que también se ven afectadas, les cuesta moverse. Unas llevas días muertas, al lado de otras que se ven enfermas también. Es una imagen dantesca”, explicaba ayer un naturalista, Manuel Freire, tras visitar el embalse de Vilagudín, entre Ordes, Tordoia y Cerceda. Un vídeo de vecinos de la zona en las redes sociales puso en alerta a diversas entidades ecologistas que también han denunciado la situación ante colectivos como Seo Birdlife, Equo, Pacma, Hábitat o Amigos da Terra.

También han sido alertadas entidades ornitológicas, el Concello de Ordes y el Seprona de la Guardia Civil. Desde la Facultade de Veterinaria del campus de Ferrol también han acudido a tomar muestras para determinar las causas de esta mortandad. En septiembre de 2016 ocurrió un episodio similar y la Xunta prohibió la pesca en esta presa

Ornitólogos consultados sospechan que puede ser botulismo, una intoxicación por una bacteria, que va paralizando sus músculos. Apuntan que estas aves mueren en las zonas donde duermen, como Vilagudín, Arousa y el puerto exterior de A Coruña, que también registró aves muertas hace un tiempo.

El ornitólogo Cosme Damián recuerda que la población de gaviotas se está reduciendo a “un ritmo alarmante”. Apunta la hipótesis de que se intoxicasen por comer en el cercano vertedero de residuos.