El BNG propone elaborar una ley autonómica que regule, con criterios “transparentes” y de “equidad”, tanto el reparto anual de fondos de la Xunta a los ayuntamientos como la participación de las entidades locales en los ingresos propios de la administración gallega.

Los nacionalistas sugieren al Gobierno gallego que cree un Plan Concellos que recoja todas las ayudas y subvenciones destinadas a los municipios, así como una herramienta que permita una “visualización anual” de las transferencias.

“Se trata, en definitiva, de tener una Xunta que trate por igual a todos los vecinos del país, con independencia de en qué ayuntamiento vivan y de si votan bien o votan mal”, ironizó la líder del Bloque, Ana Pontón, en un acto centrado en política municipal y celebrado en Santiago de Compostela.

Con decenas de responsables locales del Bloque, Pontón reivindicó la capacidad de los nacionalistas de “poner en marcha proyectos transformadores, vanguardistas y que mejoran la vida” de los vecinos a pesar de que el sistema de financiación municipal tiene “un enorme déficit”.

“Cada ayuntamiento gallego recibe 50 euros menos por habitante que la media del Estado”, aseguró.

En este contexto, la portavoz nacional ha reivindicado la gestión de las tres diputaciones gallegas donde el Bloque comparte gobierno con los socialistas –A Coruña, Lugo y Pontevedra–, puesto que “operan con transparencia e igualdad en el reparto de fondos a los ayuntamientos”. “Esto es justo lo opuesto a lo que practica el PP en la Diputación de Ourense y en la Xunta”, añadió, que recordó que de los 488,5 millones de euros la Xunta entregará a los concellos, “el 72% se distribuirá de manera discrecional”. “La Xunta pretende repetir un año más la doctrina del amiguismo”, añadió.