El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, acudió ayer a la Autoridad Portuaria de Marín para reunirse con representantes de la empresa armadora, los alcaldes de Marín, Cangas y Bueu y el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, acerca de la situación de los 24 tripulantes del pesquero Villa de Pitanxo, hundido a 250 millas de la isla canadiense de Terranova.

Tras el encuentro, Feijóo recalcó que se ha acordado la puesta en marcha de un protocolo similar al que fue activado tras el accidente ferroviario de Angrois de 2013, en el que serán los psicólogos “de la Comunidad Autónoma, a los que se podrán añadir los de la Cruz Roja” los que pongan en conocimiento de la situación a las familias de las víctimas, asistiendo en todo momento a los allegados en el proceso de luto. La Cruz Roja ya atendía estos días a los allegados.

“A medida que tengamos información y confirmación legal y oficial de las personas que hayan perdido la vida y si se rescata a algún fallecido más, serán los psicólogos los que confirmen el fallecimiento a las familias”, aseguró el presidente. En cuanto al estado actual de los tripulantes que se encuentran con vida, Feijóo no pudo confirmar más detalles de su condición, limitándose a afirmar que los tres “están conscientes”. “Hay que reconocer que son personas muy fuertes, ya que es difícil mantenerse con vida dada la temperatura del agua y el riesgo de hipotermia”, explicó

Sobre el hundimiento, el presidente de la Xunta quiso recalcar las “condiciones de mar absolutamente adversas” a las que se enfrentó el Villa de Pitanxo, “dada la temperatura del agua, las olas y un océano especialmente dificultoso, tanto para la supervivencia como para el rescate”. Por otro lado, también hizo referencia al contexto que en las últimas horas se ha ido conociendo sobre el hundimiento. “Estamos hablando de un gran barco, de más de 50 metros de eslora, que se ha hundido, en el que la tripulación estaba formada por excelentes marineros, buenos patrones y profesionales de la navegación”, explicó Feijóo.

Minutos antes, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, calificaba la jornada como un “día muy triste para el mundo del mar, para Galicia y España”, tras reunirse con las familias y representantes del grupo armador. “Les hemos trasladado el cariño de todos los gallegos y gallegas a las familias y al armador. Desde que hemos conocido la situación, nuestro objetivo prioritario es trasladar a las familias la información directa”, señaló Miñones. Ahora se amplía el número de buques que se sumarán a la búsqueda.

Feijóo hizo referencia a la misión de rescate de los marineros que todavía se encuentran desaparecidos: “Es una situación compleja, que no depende del Salvamento Marítimo español. Estamos en aguas NAFO —Noroeste Atlántico— y el embajador de España en Canadá está trabajando con las autoridades canadienses”, explicó Feijóo, que calificó de “muy dificultoso” el estado actual del mar en aquella zona, con escasa visibilidad y un oleaje peligroso.

“Estamos ante un doble dolor, por no saber cuál es la situación de las víctimas, además del dolor de la posibilidad de que haya personas que tarden mucho en aparecer”, concluyó.