El presidente de la Xunta y candidato a presidir el PP, Alberto Núñez Feijóo, mantiene el hermetismo sobre quien será su sucesor tanto en el Gobierno gallego como al frente del partido en Galicia. Prefiere respetar los tiempos y esperar ser oficialmente investido como líder del PP el 2 de abril. Pero advierte que es "un político previsible" y garantiza que habrá "seguridad y estabilidad" en las instituciones autonómicas de Galicia y en el partido.

La marcha de Feijóo a Madrid para presidir el PP nacional abre muchas incógnitas en Galicia. En el PPdeG creen que el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, es el mejor posicionado para sucederle. "Habrá respuesta previsible a un partido previsible", señala el titular de la Xunta. Según explica, esas incertidumbres se responderán "con democracia interna, con los estatutos en la mano y en el momento adecuado". Eso sí, admite que él dará su opinión.

Pactos

El otro enigma que plantea cuando Feijóo tome las riendas del PP nacional es cómo será su relación con Vox. Hasta ahora ha marcado distancias con la extrema derecha y se ha mostrado su rechazo a gobiernos conjuntos con esta formación, pero el PP es rehén de los apoyos del partido de Santiago Abascal para poder gobernar en varias comunidades autónomas.

De hecho, en Castilla y León Vox exige entrar en el gobierno de la comunidad para apoyar la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. Feijóo es consciente y deja la "responsabilidad" en manos de Mañueco, aunque al mismo tiempo lamentó que el PSOE se haya negado a hablar con el PP en esta comunidad. "Lo lamento profundamente", señaló.

Sobre la petición de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de expulsar del partido a quienes cuestionaron la legalidad del contrato vinculado a su hermano, Feijóo hizo un llamamiento a "cicatrizar posibles heridas".

También se refirió a las declaraciones de Esteban González Pons en las que aseguraba que Pablo Casado y Teodoro García Egea tienen futuro en el PP. "Son diputados, tienen su acta. Les corresponde ejercer sus derechos a tomar otras decisiones, que en todo caso son indelegables", señaló.