La Opinión de A Coruña

La Opinión de A Coruña

CALIMA Y CALIDAD DEL AIRE EN A CORUÑA

La calima africana rebaja la calidad del aire en A Coruña y tiñe de naranja y gris el cielo de Galicia

El manto de polvo sahariano remitirá hoy - A Coruña soporta una mala calidad del aire, según las últimas mediciones

10

Un viandante observa la calima en A Coruña. Víctor Echave

Ni los bancos de niebla ni las brumas costeras fueron ayer los fenómenos meteorológicos que marcaron el tiempo en Galicia. La protagonista de los cielos en prácticamente todo el país fue la calima, un fenómeno “extraordinario” —según califican desde la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)— que en la comunidad gallega continuará hasta el mediodía de hoy y llegará incluso, aunque en concentraciones menores, hasta Reino Unido y Alemania. ¿Las consecuencias de este manto de polvo sahariano de la borrasca Celia? Un empeoramiento de la calidad del aire, una reducción de la visibilidad y efectos nocivos sobre la salud.

La calima africana tiñe de naranja y gris el cielo en casi toda Galicia

Según transcurría la jornada de ayer, los cielos de Galicia fueron adquiriendo una tonalidad entre grisácea y anaranjada. Ahora bien, en comunidades como Murcia y Madrid llegaron a presentar un aspecto casi apocalíptico. Este fenómeno, que se conoce como calima o lluvia de sangre, suele producirse cuando existen fuertes vientos que arrastran grandes cantidades de arena y polvo —arcilla, yeso, calcita y otros minerales—, procedentes, normalmente, del norte de África y que pueden viajar miles de kilómetros.

La previsión en Galicia es que este manto de polvo africano empiece a remitir ya este mediodía, aunque en otras zonas de la Península no comenzará a retirarse hasta el jueves.

Este fenómeno ha derivado en que los cielos presenten llamativos tonos entre anaranjados y rojizos, además de un aumento notable de las temperaturas, que en algunos puntos de la comunidad llegaron a alcanzar los 24 grados.

En algunos puntos del país, la borrasca Celia, combinada con la calima del Sáhara, ha provocado que el agua y el polvo se mezclen, dando lugar a una lluvia de barro que ha cubierto los coches y las calles.

“La calima no es más que polvo en suspensión, en este caso, procedente del desierto del Sáhara, arrastrado por una masa de aire en movimiento. En general, son partículas diminutas. Estamos hablando de materia particulada atípica de micras de diámetro”, explica Francisco Infante, delegado de la Aemet en Galicia. La configuración entre una borrasca y un anticiclón produce un viento que arrastra estas partículas de polvo en suspensión hacia la Península. De esta manera, la borrasca Celia situada frente a las costas de Marruecos y el anticiclón sobre el Mediterráneo han creado un pasillo por el cual asciende aire y polvo directamente desde Argelia.

La invasión de polvo sahariano en la Península ya se produjo entre 2004 y 2009, con intrusiones en el 31% de días en el sureste peninsular, en el 18% en centro y del 9% en la comunidad gallega, la zona menos afectada por estos episodios. Sin embargo, la calima que trae Celia tiene varias características que convierten en extraordinario este fenómeno. “Una es su intensidad, ya que hacía bastante tiempo que no se daba una calima como esta”, explica Infante.

Borrasca Celia: fuertes vientos y cielos naranjas

Borrasca Celia: fuertes vientos y cielos naranjas Agencia ATLAS / Foto: EFE

Ciudades como Ávila, Salamanca, Segovia y Madrid alcanzaron ayer concentraciones de partículas inferiores a los 10 micrómetros (PM10) cercanas a los 1.000 microgramos por metro cúbico (µg/m3). Estas cifras toman relevancia si se tiene en cuenta que el promedio diario que la OMS entiende como saludable es de 45 µg/m3.

Según recogen las estaciones medidoras de calidad del aire que registra MeteoGalicia, con datos hasta las 18.00 horas, el aire es “regular” en el 16,7% del territorio y “malo” en el 9,5%. La estación de Lalín y la de Cementos Cosmos en Sarria miden una calidad “muy mala” y otra, la de Laza (Ourense), llega hasta la peor situación, con una calidad del aire “pésima” que recomienda medidas “de emergencia”. En el siguiente nivel, las mediciones de calidad del aire son malas en cuatro estaciones: la de Teixeiro, la de la Torre de Hércules, en A Coruña; la de Fingoi, en Lugo; y la de Xinzo, Ourense. Las cifras se sitúan en todos los casos sobre el máximo de 50.

Finalmente, la evolución del aire marca parámetros próximos al máximo en seis estaciones: la de Riazor, en A Coruña (48), Burela (41), San Caetano (50) y del Campus Sur (40), ambas en Santiago; la de la parroquia de Mourence, en Vilalba (50) y la de la alle Gómez Franqueira de Ourense, con 41 microgramos por metro cúbico. En estos casos, la calidad del aire es “regular”.

Compartir el artículo

stats