El censo elaborado por la Fundación Migres y Aves de Portugal cifra entre 390 y 419 los ejemplares de águilas pescadoras que pasan el invierno en distintos lugares de la península ibérica. De ellos, en la provincia de A Coruña se han registrado 13. Los datos de este censo ponen de relevancia que España y Portugal se han convertido para esta especie en lugar de destino final de ejemplares procedentes del centro y norte de Europa.

El águila pescadora, como muchas otras aves que buscan zonas de invernada con condiciones favorables para escapar de las bajas temperaturas y la consecuente limitación de alimento, ha encontrado en la península una zona privilegiada para ellas, aunque este fenómeno invernante es relativamente reciente, como han señalado a Efe fuentes de la Fundación Miguel y Aves de Portugal.

El cambio global, incluyendo el cambio climático y de usos del suelo, así como el aumento de la población reproductora, son algunos de los motivos que según estas fuentes motivan el incremento de la invernada de esta rapaz en la península.

El censo, realizado gracias a la participación voluntaria de 573 observadores de 65 entidades, entre ellos ornitólogos y profesionales, ha puesto de manifiesto la importancia de la ciencia ciudadana como herramienta de gran valor y utilidad para poder abarcar este tipo de trabajos.

Los datos que ha arrojado revelan que el 83% de la población invernante se concentra en Portugal y Andalucía, donde se ha registrado 196 y 150 ejemplares, respectivamente.

En otras comunidades autónomas es significativa también la presencia, como en Galicia con 20 ejemplares invernantes, en Cataluña con 16 ejemplares, en Extremadura y Valencia con 9 ejemplares en cada caso y 7 en Cantabria.

También se han censado ejemplares invernantes en Asturias, con 4 ejemplares, en Castilla y León y Euskadi con 3 ejemplares en cada comunidad autónoma, mientras que en Murcia y Castilla-La Mancha se ha registrado la presencia de un ejemplar invernante.

Por provincias, la presencia más importante se registra en Cádiz con 64 ejemplares invernantes, 54 en Santarém (Portugal), 45 en Lisboa (Portugal), 29 en Sevilla, 24 en Aveiro (Portugal), 16 en Tarragona y 13 en A Coruña.

La águilas pescadoras, según los datos del censo, se concentraron en zonas costeras de la península ibérica, y principalmente en el litoral atlántico suroccidental.

Por cuencas hidrográficas, destaca su presencia en las del Tajo, el Guadalquivir, el Odiel y el Guadalete.

Los dos censos anteriores llevados a cabo para esta especie arrojaron un total de 359-387 ejemplares en el invierno de 2016-2017 y 493-509 ejemplares en el invierno de 2018-2019, en este caso, contabilizados en la península ibérica, las islas Baleares y el norte de Marruecos.

El águila pescadora es una de las rapaces con menor presencia en la península ibérica y la situación de la especie en la cuenca mediterránea es crítica, puesto que presenta una población escasa y muy fragmentada.

Con el fin de aumentar las probabilidades de supervivencia de esta especie a largo plazo y recuperarla como reproductora, en el año 2002 el gobierno andaluz, la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y la Fundación Migres iniciaron el proyecto de reintroducción de la especie en la península ibérica.

Hasta 2012 se liberaron casi 200 pollos de águilas pescadoras provenientes de Finlandia, Escocia y Alemania, en Cádiz (embalse del río Barbate) y de Huelva (Paraje Natural de las Marismas del Odiel).

Gracias a los esfuerzos realizados en los últimos años, actualmente existe una población reproductora establecida y en crecimiento.