La mítica mina de Varilongo en Santa Comba se explotó a principios del siglo XX por su hierro y cuarzo en en 1941 se descubrió que también existía wolframio, mineral estratégico en la Segunda Guerra Mundial. La de Varilongo llegó a ser la mayor mina de este mineral de Europa y cesó su actividad en 1985. Ahora el grupo empresarial australiano Rafaella Resources quiere volver a reabrir de forma inmediata: acaba de solicitar a Augas de Galicia la autorización para "un aprovechamiento de aguas públicas" para utilizar 300.000 litros al año de un manantial que tiene en estos terrenos con el fin de utilizarlos en el procesamiento del wólfram y el estaño que pretenden extraer.

Rafaella Resources, a través de Galicia Tin Tungsten, confirmó hoy que prevé construir una balsa excavada de 150 metros cúbicos de capacidad (tres metros de profundidad) para recoger agua de lluvia, que incluirá un aliviadero, además de una planta de procesamiento para la explotación.

El wolframio vuelve a ser explotado en Galicia ante el resurgimiento del interés por este tipo de minerales. La empresa Sacyr intentó reactivar otra histórica mina de este mineral, la de San Finx en Lousame, pero finalmente este mismo año vendió también a Rafaella Resources, a través de su filial Biscay Minerals.