El ex director de seguridad en la circulación de Renfe, Antonio Lanchares, ha apuntado hoy durante su declaración como testigo en el juicio del caso Alvia a la comisión de investigación de accidentes ferroviarias (CIAF), puesto que, según ha asegurado, su empresa propuso en 2008 la instalación de balizas en saltos de velocidad como el que había en Angrois (Santiago), pero este órgano lo rechazó.

"Si lo que me pregunta es si Renfe hubiera tenido la capacidad de disponer balizas, habría dispuesto balizas", ha destacado Lanchares a preguntas del fiscal, durante su comparecencia en calidad de testigo-perito en el juicio por el accidente del tren Alvia, con 80 víctimas mortales y 145 heridos.

Según ha afirmado, la CIAF "llegó a la conclusión de que no era necesario" tras investigar varios siniestros anteriores al de la curva de A Grandeira. "Y las empresas ferroviarias poco tienen que hacer" ante esta conclusión, ha dicho.

"Ver ese salto de velocidad se vio", ha respondido a las cuestiones del representante del Ministerio Público. "Lo que sucede es que desde el punto de vista de medidas las que estaban en el ámbito de Renfe son las que se adoptaron y en el ámbito de Adif se podía haber hecho una recomendación a Adif y no se hizo por otros casos", ha expuesto.

En este sentido, ha explicado que "había cuatro casos estudiados por la CIAF", de los cuales tres eran accidentes en la red Feve y uno el de Medina del Campo en 2008, donde un tren tenía que respetar una velocidad máxima a 90 y circulaba a 155, y descarriló sin víctimas mortales.

"Tanto Renfe como la ciaf investigamos. Renfe recomendó la instalación de una baliza. Esa recomendación no fue recogida por la CIAF y a partir de ahí a Renfe nos quedó claro cuál era el criterio", ha incidido.

En este sentido, ha añadido que si "las recomendaciones de la CIAF en ese momento, en 2008, hubieran sido las recomendaciones que se hicieron en 2013", pasada la tragedia de Angrois, "a partir de ese momento todos los saltos de velocidad habrían estado protegidos por baliza".