Protesta contra el riesgo de contaminar la ría de Muros-Noia con vertidos mineros

Protesta en Santiago.   | // X. R.

Protesta en Santiago. | // X. R. / Redacción

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Un millar de personas se concentraron ayer ante la sede administrativa de la Xunta en Santiago para denunciar el riesgo de contaminación de la ría de Muros y Noia por los vertidos de aguas residuales procedentes de la mina de San Finx, en Lousame. La manifestación, convocada por una plataforma asociativa que incluye a cofradías de pescadores y de mariscadoras bajo el lema No a la mina, sí a la ría, pretende alertar a las autoridades y a la opinión pública de que las actuales obras de recuperación de la mina pueden acabar contaminando el agua marina.

Los afectados reclaman a la Xunta revocar la autorización del vertido a la red fluvial de “cientos de miles de metros cúbicos” cargados con “metales pesados como el cadmio, cobre y zinc” de la antigua explotación de la mina de wolframio y estaño de San Finx.

Las obras de limpieza de las aguas comenzaron a mediados de abril por la multinacional australiana Pivotal Metals, propietaria de la mina gallega desde enero del año pasado, y los manifestantes denuncian que podrían contaminar las aguas de la ría gallega y perjudicar la pesca y el cultivo de berberecho en la zona.

La citada plataforma ya reunió a miles de personas el pasado 4 de marzo en el municipio coruñés de Noia para protestar contra los intentos de la multinacional australiana de reanudar la explotación minera.

La mina de San Finx, explotada durante la Segunda Guerra Mundial para extraer estaño y wolframio, estuvo varias décadas abandonada y la intención de reabrir su actividad ha suscitado gran preocupación por la posibilidad de que las aguas contaminadas puedan perjudicar no solo el cauce de los ríos sino sobre todo la ría de Muros Noia.