El alcalde de Betanzos, Ramón García, salió ayer al paso de las críticas del sindicato mayoritario del comité de empresa, la Confederación Intersindical Galega (CIG), que denunció un trato discriminatorio hacia el personal laboral en el reparto de ayudas sociales.

El Gobierno local asegura que las ayudas están "garantizadas" y justifica que solo se hayan concedido a los funcionarios por la falta de acuerdo con el comité de empresa sobre los criterios de reparto. El Ejecutivo municipal sostiene que las bases de la convocatoria establecían que en caso de que la cuantía solicitada superase la partida presupuestaria prevista su distribución se fijaría de acuerdo con los representantes de la junta de personal y el comité de empresa.

El Concello asegura que fueron las discrepancias entre los dos sindicatos del personal laboral, CIG y UGT, las que demoraron las concesión de las ayudas. "Con los representantes de los funcionarios se llegó a un mutuo acuerdo", mantiene en un comunicado remitido a los medios. El Gobierno local añade que, dada la falta de acuerdo entre el comité de empresa, le comunicó a los sindicatos su decisión de decidir los baremos de reparto de las ayudas.

El Ejecutivo municipal expresó su malestar por el comunicado de la CIG y la acusó de "crear alarma y malestar entre los trabajadores" "pese a saber que el personal tiene garantizadas las ayudas".