Una niña de dos años murió, supuestamente ahogada, ayer en la escuela infantil de O Carregal, en Betanzos, perteneciente a la red A Galiña Azul de la Xunta. El trágico suceso ocurrió pasado el mediodía en una de las piscinas hinchables instaladas en el patio interior de la guardería para que los pequeños jugasen en los días de calor.

A falta de conocer los datos de la autopsia, realizada en la tarde de ayer, la principal hipótesis del fallecimiento apunta al ahogamiento. Tanto la Xunta como el Ayuntamiento pidieron ayer prudencia antes de que la autopsia confirme las causas de la muerte de la menor.

La niña, de 28 meses y de iniciales C.P.V, jugaba en la piscina cuando, por causas que por el momento se desconocen, fue localizada boca abajo en el agua por una de las cuidadoras, que trató de reanimarla. Aunque en un primer momento la pequeña recuperó el pulso, finalmente murió en la ambulancia medicalizada del 061 que la iba a trasladar al centro hospitalario.

La Consellería de Traballo e Benestar informó de que eran 33 los pequeños de uno a tres años que se encontraban ayer en la guardería, supervisados por cuatro cuidadoras. Otros dos trabajadores estaban a cargo del grupo de diez bebés, repartidos en dos aulas. Los niños de uno a tres años se encontraban divididos en dos grupos: uno jugaba en el tobogán mientras que el otro se refrescaba en las pequeñas piscinas hinchables, que habían sido donadas al centro tras alcanzar la guardería un acuerdo con los padres para su uso en la época estival.

Fue el pasado 18 de julio cuando se iniciaron en el centro las actividades acuáticas en las piscinas hinchables que las cuidadoras instalaban en un patio interior del que dispone la guardería y que cuenta con un pequeño trozo de césped, donde los pequeños practicaban sus juegos.

La Xunta y la Guardia Civil han abierto sendas investigaciones para esclarecer lo sucedido en el centro, que no abrirá sus puertas hasta el jueves. Conselleira y alcalde coinciden en manifestar su "profundo dolor" y en apelar a la prudencia y cautela hasta conocer los resultados tanto de la investigación como de la autopsia de la niña .

Los padres de la niña muerta llegaron minutos después del fallecimiento a la guardería, donde estuvieron acompañados por la conselleira de Traballo e Benestar, Beatriz Mato, y el alcalde, Ramón García. Está prevista la asistencia de ambos al sepelio, que se celebrará esta tarde, a las 18.00 horas, en la iglesia de Santiago, en Betanzos. También acudió el juez, que ordenó el levantamiento del cadáver.

La pequeña era la menor de tres hermanos. Sus padres, vecinos de Betanzos, tienen otro dos hijos, un niño y una niña, de unos ocho y seis años, respectivamente. La familia materna reside desde hace años en Betanzos aunque la madre trabaja como cartera en A Coruña. Una tía de la pequeña despacha en una céntrica frutería de Betanzos, que abrió en la tarde de ayer, aunque nadie allí quiso pronunciarse sobre el suceso.

La niña acudía hasta marzo, cuando se inauguró la escuela infantil de O Carregal, a otra guardería pero los padres pidieron matrícula en este centro de la Xunta, que ofrecen 74 plazas. "Estaban muy contentos por haber conseguido matricularla en O Carregal", apuntaban ayer fuentes municipales.

El gerente del Consorcio de Igualdade e Benestar, Roberto Rodríguez, y la delegada de la Xunta, Belén do Campo, se trasladaron al tanatorio de Betanzos ayer por la tarde para acompañar a los padres. El Ayuntamiento ha suspendido los actos institucionales previstos para hoy en señal de duelo por el trágico fallecimiento de la pequeña.

La familia de la niña espera los resultados de la autopsia para conocer las causas de lo acontecido ayer en la guardería de Betanzos. Álvaro Varela, tío de la niña, manifestó que la familia no se explica lo que ha podido ocurrir, después de que las primeras hipótesis apunten a un posible ahogamiento cuando la niña participaba en unos juegos acuáticos junto a otros compañeros de guardería. "No lo sabemos", señaló tras recalcar que esperarán hasta el resultado de la autopsia, realizada en la tarde de ayer a la pequeña. "Creo que estaba con más niños y me imagino que no había cuidadoras", aventuró, un dato que niega la Xunta, que dice que cuatro cuidadoras cuidaban a 33 niños.

A primera hora de la tarde de ayer madres de otros alumnos de la guardería y familiares de las cuidadoras se acercaron hasta el centro. Los padres de una de las trabajadoras, tras conocer el suceso a través de los medios de comunicación, se trasladaron a las instalaciones de O Carregal. "No aguantábamos en casa", manifestó la madre entre sollozos. "Esto es horrible", repetía.

Las trabajadoras, visiblemente afectadas, rehusaron realizar declaraciones y cerraron puertas y ventanas de la escuela infantil.