A pesar de las demandas de la dirección del colegio, de la asociación de padres y del Concello de Oleiros, el Valle Inclán de Perillo ha empezado el curso escolar con el mismo comedor escolar, mísero, que en los últimos años, un barracón de casetas de obra unidas.

El pasado curso hubo 28 alumnos que al inicio de las clases se quedaron sin este servicio por falta de espacio, aunque finalmente entraron todos al producirse varias bajas y al realizarse una ampliación. Este curso 2014-2015 ha comenzado también con lista de espera para el comedor escolar, concretamente 19 niños que han quedado fuera, todos de Educación Infantil, el tramo donde se produce el boom de matrículas en los últimos años.

El elevado número de alumnos de Infantil en este centro educativo llevó a la Xunta hace unos seis años a aumentar a línea tres y desde entonces siempre hay problemas de capacidad en el comedor escolar.

Los padres gestionan el servicio y una empresa de catering prepara la comida en una de las casetas del barracón, en una situación más que precaria: la salida de humos es un agujero que se practicó en la pared y se forró con papel de aluminio, por ejemplo. Esta estructura modular metálica además está muy deteriorada, llena de óxido en la parte inferior, la más cercana al suelo.

La palmaria necesidad que existe en este centro escolar lleva a que los alumnos acudan al comedor por turnos (son siempre unos 200), porque sino no habría sitio para todos. De esta forma, los de Infantil salen a comer a las 13.40, los de cuarto y sexto de Primaria van a las 14.00 y los de primero y tercero de Primaria a las 14.35.

El Ayuntamiento de Oleiros, al iniciarse un curso más en la misma situación que el pasado, solicitó una reunión con responsables de la Consellería de Educación y este jueves el alcalde se reunió con el secretario xeral técnico de la consellería para reclamar la construcción inmediata de un comedor escolar en debidas condiciones y con suficiente capacidad.

El Concello ya acordó hace tiempo acceder a la petición de la asociación de padres y les cedió una parcela municipal anexa de unos mil metros cuadrados, detrás del pabellón deportivo, para que la Xunta construyese un comedor y una cocina.

El regidor oleirense, Ángel García Seoane, denunció ayer que no vio "muy receptivo" al director xeral respecto a su solicitud.

Responsables de la asociación de padres explicaron que también existe otra alternativa que se planteó a Concello y Xunta, en caso de no querer construir un edificio nuevo para destinarlo a comedor: cubrir el patio del centro educativo (ahora solo tiene cubierta), y dividirlo en dos alturas, destinando una a comedor y otra a sala multiusos, que también consideran muy necesaria.

Seoane señaló también que planteó a este responsable de la Consellería de Educación su propuesta de cederle 3.000 metros cuadrados en el entorno del colegio de San Pedro de Nós que se está construyendo actualmente para "crear un acceso mejor" al que proyectó la Xunta, pero tampoco encontró "respuesta positiva" de este directivo.

Educación prevé el acceso al centro mediante una rotonda situada donde ahora se ubica el zigurat de la finca, y que obligaría a la eliminación de tan singular elemento.

García Seoane apuntó que Educación parece querer esperar a que abra el nuevo colegio de Nós, porque se espera que entonces se reduzca el número de alumnos del Valle Inclán de Perillo y por lo tanto ya no habría problemas de falta de espacio.