Sus Majestades de Oriente demostraron que aunque acostumbrados a los camellos, el barco también se les da bien y no se marearon al cruzar la ría de Mera en una lancha de la séptima lista, el Capelo Uno, para subir al muelle y coger otro medio de locomoción, unos caballos con los que realizaron el resto del recorrido, lanzando caramelos, hasta la Casa do Pobo, donde se organizó una gran fiesta con animación para niños, chocolatada y sorteo de roscones. Entidades vecinales, deportivas y culturales organizaron el evento.