Cero autocrítica y muchos reproches en el primer comunicado del PP de Miño tras investir alcalde al candidato de las 234 papeletas. Los populares, que dieron sus seis votos al ya excandidato de Compromiso, Ricardo Sánchez, para evitar un gobierno del PSOE (que se quedó a solo 66 votos de la mayoría absoluta), lamentan ahora la "situación preocupante" que se ha generado en el Concello, con un alcalde en flagrante minoría que se niega a dimitir y se ve "con legitimidad absoluta" para gobernar solo.

Ricardo Sánchez y su equipo, al que CxG retiró las siglas, han dado por rotas las negociaciones con el PP para formar gobierno. Los ahora independientes, que concurrieron a las elecciones como la "verdadera alternativa de izquierdas", atribuyen la ruptura del diálogo a la pretensión de los populares de abarcar todas las áreas de gobierno.

El PP acusa al regidor investido con sus votos de "perjudicar seriamente" a los vecinos y le echan en cara que no haya presentado una "propuesta concreta" para formar gobierno. "Un Concello como Miño no puede estar gobernado por una persona", censuraba ayer el exregidor popular, Jesús Veiga.

El popular tendió nuevamente la mano a Ricardo Sánchez para formar gobierno. "Si no es con el PP que lo haga con otra formación, pero que lo haga de una vez", zanjó Veiga, que culpa al PSOE de esta situación por "no haber propiciado un acuerdo" con CxG y "hacer prevalecer sus enfrentamientos personales por encima de lo verdaderamente importante". El PSOE, que se niega a pactar con Ricardo Sánchez, participará hoy en una nueva protesta para exigir su dimisión.