El Concello de Oza-Cesuras ha llegado a un acuerdo transaccional con once vecinos del municipio que recurrieron la ordenanza que les obligaba a pagar más por la tasa de basuras por no estar empadronados en el concello. El Ayuntamiento acepta devolverles la diferencia en la cuantía que se les cobró por no estar empadronados pero rechaza extender la devolución a todos los afectados que pagaron más por estar inscritos en otros ayuntamientos. El PSOE llevó ayer a pleno un ruego para exigir la modificación del texto y la supresión de la "discriminación", a lo que el alcalde, Pablo González, respondió que la medida pretende "bonificar" a los empadronados, por lo que se cobra la tarifa "general" a los no empadronados, de 97 euros, mientras que a los empadronados se les "bonifica" y pagan 56.

Pese a que en el acuerdo, firmado en Junta de Gobierno dos días antes de las pasadas elecciones municipales, consta el compromiso del Ayuntamiento de modificar la norma antes del fin de 2015 para "dar respuesta y solucionar las cuestiones planteadas por los demandantes", el Gobierno local se niega ahora a anular la diferencia entre empadronados y no empadronados. El alcalde insiste en mantener una "bonificación" para los vecinos que estén empadronados en Oza-Cesuras.

El PSOE denuncia el "evidente agravio comparativo" que supone devolver la diferencia de tasa solo a los recurrentes y exige que se devuelva a todos los vecinos afectados. Reclama, además, que se corrija la "discriminación" y se equiparen los tributos. El alcalde elude pronunciarse sobre la posibilidad de aplicar a todos los vecinos la tarifa bonificada e insiste en ofrecer "una bonificación" a los vecinos empadronados. Incide en que descarta "aplicar la tarifa general a todos los vecinos", de 97 euros, frente a los 56 euros que pagan los empadronados en el Ayuntamiento fusionado.

La portavoz del PSOE, Pilar Pedreira, sostiene que el alcalde intentó llevarla "a su terreno" y "darle la vuelta a la situación". "Presentamos el ruego al pleno para que de oficio se devuelva la diferencia a todas las personas que se encuentran en la misma situación que los recurrentes. El alcalde no contestó y trató de darle la vuelta al tema al plantear que la tarifa son los 97 euros que se cobraron a los no empadronados y que los empadronados tienen una bonificación", apunta la socialista, quien defiende que, si el objetivo es que la gente se empadrone, "hay que incentivar de otra manera" ya que esta "desigualdad" va "contra la ley", sostiene.