Carmen Silva es una médica jubilada del Oncológico que regresa hoy del campamento de Katsikas. "Siempre me gustó ser útil y ahora que tengo tiempo pensé que podía echar una mano. No hay nada de meritorio en eso", sostiene esta coruñesa. Desde su llegada se encarga de realizar acompañamientos sanitarios, hacer curas, controles y atender enfermos crónicos. "Es muy duro para ellos. Son gente que huye de una situación terrible, podría ser yo, podríamos ser nosotros", incide.