Integrantes de la asociación sin ánimo de lucro Mar de Fábula han recogido 23.397 bastoncillos de limpiar los oídos durante los últimos trece meses en playas del área metropolitana dentro de una campaña de limpieza y concienciación para proteger el mar de la contaminación. "En solo dos horas de limpieza en la playa de Salseiras en Caión, por ejemplo, encontramos 2.624 bastoncillos", señaló ayer una integrante de Mar de Fábula.

Este colectivo acudió a las playas de Barrañán y Sabón (Arteixo), Riazor y Orzán (A Coruña) y Bastiagueiro y Mera (Oleiros) y a Caión (A Laracha) y eligió a los bastoncillos como elemento simbólico de la contaminación. " Más de la mitad de los bastoncillos son de color blanco, seguidos de los de color azul claro y luego los azul oscuro. Y éstos solo son los que recogimos sin remover la arena, solo los que se veían a simple vista", destacó ayer el cofundador de Mar de Fábula, Xosé Manuel Barros.

La campaña A túa casa non queda tan lonxe do mar de esta asociación ha contado con la financiación en esta primera fase (publicidad y comunicación para implicar a los ciudadanos hacia un desarrollo sostenible) del Ayuntamiento de A Coruña, que le otorgó una subvención.

Dentro de esta iniciativa además también se hará próximamente una entrega simbólica de papeleras para los cuartos de baño de vecinos de un barrio de la ciudad coruñesa, para hacer visible así que se deben utilizar estos recipientes para depositar los bastoncillos y toallitas húmedas, entre otros, en lugar de echarlos al retrete porque acaban en el mar.

Mezclados con los bastoncillos encontraron centenares de palitos de caramelos. Y después de las lluvias del último invierno vieron cómo llegaron a las playas "masas de celulosas, pañales, toallitas, salvaslips, colillas", además de "centenares de aplicadores de tampones", según destacó Xosé Manuel Barros.