La Corporación Local de Betanzos debatirá en junta de portavoces el próximo lunes el futuro del estacionamiento regulado en el centro tras finalizar la concesión de la ORA. El Gobierno local ya ha dejado clara su preferencia por sacar a concurso nuevamente el servicio apelando a falta de medios para la prestación directa. BNG, Betanzos Novo o Betanzos en Común han manifestado su apuesta por analizar la viabilidad de implantar un sistema de rotación gratuito. La formación que con más vehemencia ha reclamado el cambio de modelo ha sido el Bloque, que avanzó ayer que presentará a pleno una moción para exigir la gestión directa y gratuita del servicio.

Más allá de las diferencias de criterio, todos los grupos coinciden en que el fin de esta dilatada y controvertida concesión obliga a hacer balance y analizar los pros y contras de un servicio que ha estado en el punto de mira desde 2001. Un repaso por la historia de la ORA en Betanzos obliga a preguntarse hasta qué punto ha resultado ser un sistema eficaz y muestra las luces y sombras de un servicio que nunca dio los resultados previstos.

Un repaso por las hemerotecas deja en evidencia las lagunas de un sistema lastrado en buena medida por la falta de la debida supervisión. El análisis de las deficiencias resultará clave para corregir los errores y poner en marcha un servicio de rotación de vehículos que resulte efectivo y solvente los problemas de movilidad en Betanzos.

EUn contrato adjudicado en 2001 por un plazo de cinco años. El servicio de aparcamiento regulado en la vía pública y de retirada de vehículos fue adjudicado a Setex Aparki en 2001 en régimen de concesión por un período de cinco años. El contrato finalizó en marzo de 2006, pero los sucesivos gobiernos municipales prorrogaron la concesión a pesar de las deficiencias en el servicio constatadas por Secretaría, Tesorería e Intervención. Estas prórrogas tácitas fueron cuestionadas por la oposición, que llegó a tacharlas de "fraudulentas"

EAños de lagunas en las liquidaciones. Una de las anomalías que deja la ORA en Betanzos gira en torno a las liquidaciones. La concesionaria dejó de presentarlas en 2007 y pasaron años sin que el Concello le ordenase rendir cuentas. El Ejecutivo culpó de la irregularidad a sus predecesores y mantuvo que realizó los requerimientos oportunos en 2011. Secretaría advirtió en varias ocasiones de esta anomalía. En uno de sus últimos informes recordaba que se "había puesto reiteradamente en conocimiento de la Corporación el incumplimiento en orden a las liquidaciones". A pesar de estas deficiencias, el Concello prosiguió prorrogando el servicio.

EComisión de investigación. Las irregularidades en la ORA fueron denunciadas en reiteradas ocasiones por el BNG durante el pasado mandato. Los nacionalistas forzaron la convocatoria de una comisión de investigación que constató las deficiencias del sistema, pero que no llegó nunca a depurar responsabilidades.

EDéficit de 104.409 euros entre 2001 y 2013 y máquinas sin recaudación durante años. Un informe de Tesorería de 2015 cifraba en 104.409 euros el déficit del servicio entre 2001 y 2013 (77.588 euros por la ORA y 26.821 por la grúa). La funcionaria enumeró en su memoria varias anomalías, entre ellas, la ausencia de recaudación en varias máquinas expendedoras durante largos períodos de tiempo. El departamento de Tesorería atribuía en parte esta situación a la falta de la debida supervisión municipal. La funcionaria incidía en su informe en que la "eficacia de la prestación" estaba "fuertemente condicionada a la vigilancia y control de la Administración" e instaba también a abrir un plazo de audiencia para que la concesionaria explicase las anomalías detectadas.

EEl 'parking' de Irmáns García Naveira: la contraprogramación municipal de la ORA. El estacionamiento regulado en el centro nunca dio los resultados previstos. El sistema no consiguió erradicar los problemas de aparcamiento, lo que dio pie al Concello a llegar a un acuerdo con la gestora del aparcamiento subterráneo de la plaza Irmáns García Naveira para ofrecer estacionamientos gratuitos por un tiempo inferior a veinte minutos.

EEterna investigación "tique a tique". La constatación de las irregularidades en el servicio llevó al Concello a abrir una investigación que se demoró durante años y que todavía no ha despejado todas las dudas que rodean el servicio. Durante meses, el Ayuntamiento se limitó a responder que contaba "uno a uno" los tiques desde 2007 para establecer la recaudación real de la prestación. La oposición dejó claras sus sospechas de que no eran más que una "maniobra dilatoria".

EUna nueva prórroga supeditada a una "mejora sustancial" que no pasó del papel. La campaña Fóra coa Ora que puso en marcha el BNG para reclamar el fin de la concesión no dio resultados. El Gobierno local accedió en 2016 a renovar la concesión tras proponer una "mejora sustancial" la adjudicataria. La empresa planteó la implantación de un sistema de pago por teléfono que permitiese a los usuarios pagar o anular las denuncias a través de su smartphone; la adecuación del sistema informático que tramitase las denuncias formuladas por los controladores del servicio al utilizado por la administración; y un sistema fotogrúa, que permitiese enviar imágenes de los vehículos incorrectamente estacionados al centro de control de la policía para que valide la denuncia y ordene su retirada. Estas mejoras quedaron finalmente sobre el papel.

ESecretaría constata la "falta de un mínimo control municipal" y desajustes contables. El nuevo secretario municipal emitió un duro informe el 10 de noviembre de 2016 en el que achacaba en parte las anomalías de la ORA a la "falta de un mínimo control municipal sobre la concesión". El funcionario desveló la existencia de varios desajustes contables. Incidía en el hecho de que la concesionaria utilizó grúas antigua, por lo que el coste de amortización fue menor y obtuvo un mayor beneficio. El funcionario destacaba que el pliego incluía la amortización de la maquinaria y el equipamiento afecto a cinco años, por lo que a partir ese momento y durante las sucesivas prórrogas los costes reales fue mucho menor que el recogido en la oferta.