La riada se llevó por delante la mayor parte de sus pertenencias hace un año. César Guerra, Deyanira Hernández y su hija vivían de alquiler en un piso del callejón de la Laguna y el agua les despertó de madrugada. No tenían seguro. Hicieron todo lo posible por salvaguardar sus enseres, pero perdieron casi todo: muebles, electrodomésticos, ropa, libros... Hasta los álbumes de fotos.

Tuvieron que alojarse durante un tiempo en un hostal pagado por el Concello. El tiempo preciso hasta que encontraron otro piso tras tener que abandonar su vivienda hasta entonces. El Estado les abonó de 2.500 euros de compensación. La ayuda llegó en agosto, explica Deyanira, que destaca la colaboración de los servicios sociales del Ayuntamiento, que se ofrecieron a pagar la fianza del piso y otros gastos iniciales.

Esta familia agradece también la ayuda de los vecinos. "La gente se portó muy bien. Nos donó muebles, electrodomésticos", relatan. "Ha sido un año muy duro, pero salimos adelante poco a poco".