Aún no hay una solución contra la avispa asiática y ha llegado a Oleiros otra plaga con el mismo origen: la polilla china, una oruga que arrasa con los boj, ese arbusto que en los casos de mucha antigüedad puede llegar a ser un árbol y que tiene una valiosa madera, muy dura. Los buxos, en su versión pequeña, se utilizan en muchos jardines públicos de forma ornamental pero también son frecuentes en grandes casas y pazos. Ayer un operario fumigaba el jardín de setos geométricos situado al pie de la Casa Consistorial, atacado por esta oruga al igual que los del parque Ibarrola en Montrove, que son centenarios y que han estado a punto de morir.

La polilla del boj o cydalima perspectalis también ha dañado los setos de buxo del parque de la biblioteca Rialeda en Perillo, así como los del auditorio de Mera y los de la finca Tenreiro en Nós. También está afectado el impresionante conjunto de setos geométricos del pazo de Xaz, según han indicado vecinos y jardineros. De hecho a escasos metros del pazo un vecino, Juan, se quejaba porque sus buxos, que de toda la vida han bordeado su jardín con vigor, siempre verdes, tienen ahora un tramo importante totalmente seco.

Los técnicos municipales están revisando detenidamente todos los ejemplares en parques y jardines públicos, con especial atención en los buxos de más valor, los que por su antigüedad se han convertido en árboles, de los que ya no hay muchos en Galicia. En este caso se cuidará sobre todo del ejemplar existente en la zona de la piscina de Perillo.

"Está llamando mucha gente alertada por esto que sucede no solo en Sada, desde Ortigueira hacia A Coruña, Sada... se está notando. En Oleiros afecta mucho porque tiene mucho jardín. El año pasado se empezó a notar la presencia de este insecto y este año ha aumentado, parece que las condiciones climáticas han ayudado y está muy invadido", explica el supervisor de Parques y Jardines del Concello, David Puñal.

Las empresas concesionarias del cuidado y mantenimiento de los parques y jardines de Oleiros han contratado empresas especializadas para atacar a esta polilla y son las que están realizando los tratamientos en todas las formaciones de buxo

Luis Jiménez, contratado por Arce, aplicaba ayer un tratamiento en el cuidado jardín geométrico de buxo de la Casa Consistorial, con buzo, mascarilla y carretilla sulfatadora con motor. "La polilla pone huevos bajo las hojas, las une entre sí con una especie de telita de araña, es muy visible. Cuando nace la larva tiene que alimentarse y es muy voraz, primero come los brotes tiernos luego las hojas viejas y después el tallo, la madera. En Rialeda faltó poco para que uno se nos fuese, hubo que aplicar tratamiento de urgencia", destaca este experto.

La larva va creciendo y alimentándose sin parar. Es una oruga de color verde vivo con puntos negros, realmente bonito, aunque letal. Estas larvas después de un tiempo tejen un capullo, hay una crisálida y vuelve a salir una polilla.

"No solo es importante lo que se le aplica sino también la manera de aplicarlo. Hay que combinar dos productos, el bacillus, una bacteria, no es tóxico, junto con el deltametrín, un insecticida químico, sistémico. Se aplican los dos a la vez, cuatro aplicaciones cada siete días, hasta mayo. Esto es lo ideal. Hay que empapar bien toda la planta. Es muy importante pulverizar con gota muy fina, mejor con carretilla sulfatadora con motor pero sino con mochila, coger presión y disparar. Si no se moja bien la hoja, tienes a la oruga comiendo otra vez, aconseja David Puñal.

Los expertos señalan que esta polilla que el año pasado empezó a ser un problema, este año ya ha realizado ataques severos y si no se trata a tiempo se pueden perder muchos ejemplares. Los síntomas son fáciles de ver, las hojas se van secando, como tostadas. Primero es una calva en un seto, que va aumentando. Se pueden llegar a ver estas orugas verdes o sus huevos, también sus telillas o telarañas son fácilmente reconocibles.

También un hongo

Lo más difícil es distinguir el ataque por este insecto nuevo, la polilla (que al parecer se detectó por primera vez en España en 2014 y zonas como Baixo Miño ya alertaron de su presencia el año pasado), de otros males que padecen los buxos ya habitualmente, sobre todo por la acción de hongos (que les producen pústulas rojas, motas blancas o les atacan la raíz).

Los jardineros y peritos agrónomos subrayan que es una seria amenaza para el boj silvestre y de jardín. Entre 2010 y 2012 este insecto arrasó grandes zonas boscosas en Basilea (Suiza).

Los jardines de particulares pueden estar más en peligro, ya que suelen estar más tratados con productos fitosanitarios.

El buxus sempervirens puede llegar a vivir 600 años. Es de crecimiento muy lento y puede llegar a medir unos doce metros aunque la mayoría de los que se ven son arbustivos, en setos o sebes.

En la comarca coruñesa existen muchas formaciones de setos de buxo de gran valor y belleza, como pueden ser los del pazo de Mariñán el del pazo de Mondego en Sada, de la familia de los Condes de Fenosa.