Un conductor con antecedentes penales por cometer hechos similares ingresará en prisión 15 meses por conducir drogado, de forma temeraria, huir de la policía y triplicar la velocidad permitida por la avenida de Arsenio Iglesias de Arteixo, un suceso que ocurrió en una vía donde se ubican colegios, institutos e instalaciones deportivas como el campo de fútbol y la piscina municipal. El procesado, que tiene 25 años, fue localizado por la Policía Local el pasado 1 de marzo sobre las 18.00 horas en la intersección de la calle Ponte con la avenida de Finisterre. Cuando los agentes le dieron el alto, los ignoró y emprendió la huida por calles de la localidad.

La titular del Juzgado de lo Penal número 4 de A Coruña destaca en la sentencia que el sospechoso llegó a circular "a 90 kilómetros por hora por una avenida con la velocidad limitada a 30 por ser zona escolar y deportiva". El imputado realizó adelantamientos en línea continua y en uno de los pasos peatonales, lo que obligó a detenerse a los vehículos que circulaban en sentido contrario. "Algunos coches tuvieron que apartarse al arcén para evitar la colisión", relata la juez de Penal 4 en el fallo, en el que destaca que rebasó sin detenerse un semáforo en fase roja.

Los agentes de la Policía Local finalmente consiguieron interceptar al procesado, a quien le realizaron el test de detección de drogas a través de la saliva. El conductor dio positivo en cocaína. La juez subraya en la sentencia que debido a la ingesta de sustancias estupefacientes, se vio afectado "el comportamiento del sospechoso, así como su capacidad para conducir, que resultó mermada". Así, especifica que "gesticulaba de forma continuada, movía en continua acción las piernas y los pies, tenía los ojos enrojecidos, realizaba movimientos bruscos o espasmódicos oculares, presentaba ojos dilatados, hacía movimientos excesivamente bruscos y se expresaba de forma muy rápida, interrumpiéndose con un ritmo errático". El vehículo que conducía estaba inscrito en Tráfico a nombre de otra persona.

La Fiscalía demandaba en su escrito de calificación más pena para el sospechoso, pero finalmente llegó a un acuerdo con su defensa, por lo que el juicio no se celebró y la magistrada dictó sentencia oral en la sala. El imputado se declaró culpable de un delito de conducción temeraria en concurso con otro de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y aceptó ser condenado a un año y tres meses de prisión, así como a la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante tres años y tres meses. La juez tuvo en cuenta la agravante de reincidencia. Además, acordó que no hay lugar a la suspensión de la pena de prisión impuesta, por lo que el acusado debe cumplirla. El fallo es firme porque fue dictado bajo la conformidad de todas las partes.