Los usuarios de la dársena que gestiona Portos de Galicia en Sada reclaman desde hace años mejoras en uno de los pantalanes. Denuncian que han presentado varios escritos ante la Policía Portuaria, que ha dado traslado a su vez de las deficiencias al organismo competente sin obtener respuesta.

No hace falta franquear la entrada a este pantalán para que salte a la vista las deficiencias en el mantenimiento de esta instalación deportiva. La cerradura de la puerta está rota, el lector de tarjetas no funciona y una de las láminas laterales de acero está desgarrada, convertida en una improvisada cuchilla.

Usuarios denuncian que se han visto obligados a atornillar ellos mismos los escalones sueltos. "Cualquier día pasa algo grave", denuncia José Luis Ramos al tiempo que muestra cómo se hunden los tablones del pantalán bajo su pies y se levantan las planchas laterales, que convertidas en trampas. "Es fácil tropezar al embarcar y caerse al mar", critica este usuario.

El mal estado del suelo ha llevado a la Policía Portuaria a cubrir un tramo de especial riesgo con un palé. Una solución provisional que aguarda desde hace meses un arreglo definitivo. El pantalán tampoco dispone desde hace años de la baliza de aproximación. Inservible como foco de luz, se ha convertido en un poste oxidado del que se desprenden fragmentos con solo tocarlo.

Los usuarios se han visto también obligados a retirar ellos mismos los desperdicios que se acumulan en los flotadores que deben ayudar a mantener a flote los fingers, como se denomina a los transversales de cada pantalán en los que amarran los barcos.