Los parques públicos de la zona de A Pezoca y la urbanización Obelisco, el situado junto a la piscina de Oleiros, la zona de Lamastelle, el parque de As Galeras e incluso las rotondas. "No quedó ni un parque sin ser atacado", afirmó ayer el alcalde, Ángel García Seoane, en referencia a los daños causados en las zonas verdes por los jabalíes en los últimos días.

Ante esta situación, el regidor anunció que va a reclamar a la Xunta que se autoricen batidas en el municipio para controlar el número de estos animales. Hace tiempo también lo solicitó, sin éxito.

"Hay que eliminar algunos, la Xunta tiene que autorizar alguna batida", declaró García Seoane, que recordó que en Oleiros existen zonas boscosas y húmedas que les gustan a estos animales, como las situadas en los límites con Sada y con Cambre, además del área de Montrove y As Pedreiras.

Seoane sin embargo considera que a partir de ahora los jabalíes no se acercarán tanto al casco urbano porque ya tienen alimento, "castañas y bellotas".

Desde que se abrió la vía ártabra, con la destrucción de varias zonas boscosas, la presencia de estos animales en suelo urbano es cada vez mayor. Hace unas semanas una patrulla de la Policía Local avistó un grupo de ellos en la rotonda de Os Regos y fue detrás de ellos con el coche a baja velocidad, para alejarlos. Son animales que no atacan a las personas salvo si se les provoca, por lo que el alcalde recomendó "no azuzar a los perros" contra ellos, como hizo una señora con el suyo y casi lo hieren.

El primer edil oleirense volvió a recomendar echar pelo humano recién cortado, de las peluquerías, en las fincas, para ahuyentarlos, como remedio que funciona.