El centro social para mayores anunciado por la Xunta en 2016, en precampaña, debería haber abierto este año sus puertas. El premio de consolación con el que el Gobierno autonómico intentó compensar el incumplimiento de la principal promesa de la fusión, la rehabilitación del antiguo sanatorio como centro de día-residencia, no dispone ni de los cimientos.

El Consorcio Galego de Servizos de Igualdade e Benestar y el Concello de Oza-Cesuras firmaron un convenio en septiembre de 2016, mes electoral, en virtud del cual, el organismo autonómico aportaría 200.000 euros para la construcción de un centro social para mayores. Las dos instituciones apelaban en el acuerdo a la "gran demanda de la población del municipio" de un "espacio de encuentro con servicios adaptados a sus necesidades".

El convenio establecía que la ayuda se dividiría en tres anualidades: 15.000 euros en 2016; 92.500 en 2017 y otros tantos en 2018. Desde la firma de este acuerdo, aprobado en pleno agosto de 2016, no volvió a trascender ninguna novedad al respecto.

Los plazos concluyeron y Xunta y Concello han firmado un nuevo convenio de colaboración, que remeda prácticamente punto por punto el anterior y que fía la apertura del centro de mayores a un año electoral: 2019. El nuevo acuerdo reparte la ayuda en dos anualidades, cada una de 100.000 euros.

El nuevo acuerdo recaló ayer en el pleno de Oza-Cesuras. Y la oposición no ocultó suspicacias. PSOE y BNG preguntaron por los motivos por los que no se cumplió el anterior convenio. La nacionalista Estefanía Busto criticó además que el Ayuntamiento no haya facilitado ningún tipo de información sobre este proyecto, del que se desconoce hasta su presumible ubicación.

El alcalde, el popular Pablo González Cacheiro, garantizó la ejecución de este centro de mayores, aunque sin detallar el proyecto. El regidor se limitó a avanzar que habrá "sorpresas".