No sabía leer ni escribir y compró títulos de deuda subordinada estampando en el contrato una firma digital. Esta vecina de Paiosaco realizó esta operación de riesgo en el año 2006, supuestamente aconsejada por la directora de la sucursal de Caixa Galicia, su " vecina de toda la vida" y "en la creencia de que era un producto totalmente garantizado y que se podía recuperar en cualquier momento". No fue así. "Cuando trató de recuperar su dinero le resultó imposible".

El fiscal Antonio Miguel Lovera relata así la "estafa" de la que, denuncia, fue víctima una anciana de A Laracha y por la que pide ahora una pena de año y medio de prisión para la interventora y directora de la sucursal, además de una multa de 3.240 euros y el pago de una indemnización de seis mil euros a la denunciante. El Juzgado de Instrucción número 1 de Carballo ya ha fijado fecha para el juicio. Será el próximo jueves 12 a las 12.30 horas.

En su denuncia, la Fiscalía detalla que la interventora y directora de la sucursal desde 1998 ya había ofreció productos financieros de riesgo a la anciana en una ocasión anterior. Según detalla en el escrito, en 1997 la anciana y su marido, "confiando en la acusada", abrieron una cuenta de administración de valores para después dar orden para la compra de obligaciones subordinadas, llegando a adquirir 35 títulos con un valor equivalente a 21.035 euros y, posteriormente, otros 15 títulos por valor de 9.015 euros.

El fiscal incide en que este matrimonio tenía una edad avanzada, carecía de conocimientos financieros y "tenía una cultura muy escasa, hasta el punto que [la mujer] no sabía leer ni escribir". En su denuncia, sostiene que los ancianos compraron los productos financieros "confiando en la acusada", que era su vecina. "No fueron informados del riesgo que asumían con la contratación de tales productos, estando en la confianza de que se trataba de un producto totalmente garantizado y que en cualquier momento podrían recuperar la inversión", afirma. Estos hechos ya prescribieron, por lo que el fiscal ya no formula acusación

Fallecido su marido, la anciana, aconsejada supuestamente por la directora de la sucursal, compró en 2006 otros diez títulos por un valor de 6.000 euros, convencida de que era un producto garantizado que podría recuperar en cualquier momento, recalca el fiscal.

Al tener conocimiento de personas afectadas por la compra de estos productos, la anciana intentó recuperar su dinero y no pudo. La adquisición de los primeros títulos se sometió a arbitraje y en 2012 se ordenó la devolución de 24.199 euros. El fiscal pide ahora que la devolución de los otros 6.000 euros.