A escasos metros del yacimiento del castro de Cambre, sin excavar, el grafitero gallego Novenoel ultima una recreación de ese pasado castrexo, inmortalizada en una pared del colegio Wenceslao Fernández Flórez. El mural plasma desde una reproducción del antiguo asentamiento castrexo hasta los retratos de dos supuestos ocupantes: un hombre barbudo ataviado con un casco de metal y una lanza y, junto a él, una mujer que, con el dedo índice de su mano derecha, indica la dirección hacia el castro de Cambre.