La Consellería de Medio Ambiente ha resuelto no someter al procedimiento de evaluación ambiental estratégica la modificación del planeamiento que tramita el Concello de Oza-Cesuras en los núcleos rurales de Vales y A Castellana. La Xunta pone aún así una serie de condiciones para autorizar el cambio, con el que el Concello pretende incrementar los núcleos en 1,5 hectáreas para incorporar viviendas que quedaron excluidas de las normas vigentes y regularizar otras construidas en suelo no urbanizable. En concreto, incrementa el núcleo de A Castellana en cinco parcelas edificadas y en cinco vacantes edificables y el de Piñeiro añade una parcela edificada.

Los núcleos pertenecen al extinto municipio de Cesuras, que se rige aún por las normas subsidiarias de 1997, y el Concello fusionado impulsa el cambio antes de redactar el plan general, que sacó a contratación en septiembre de 2017. El Ejecutivo municipal defiende "la necesidad de adaptar parte de los núcleos de la parroquia de Borrifáns a la realidad existente y la legislación vigente" y apela a "la tolerancia que existía en aquel momento para permitir la ejecución de viviendas en suelo rústico".

La Xunta considera que se trata de una modificación de bajo impacto, pero pone reparos a la delimitación propuesta. La Dirección Xeral de Ordenación do Territorio cuestiona la inclusión como asentamiento polinuclear de Piñeiro de Vales que, dice, no parece corresponderse con su morfología ni con los criterios de proximidad de edificaciones. Incide además en que esta delimitación "provoca una fusión impropia de los núcleos de A Castellana y Piñeiro de Vales". El organismo advierte también de que la ordenanza propuesta permitiría como parcela mínima en determinados supuestos los 300 metros cuadrados, "con lo que no se alcanzaría el grado de consolidación mínima exigible". La Xunta pone como condiciones a su visto bueno la revisión de la delimitación para evitar la inclusión de parcelas desvinculadas de los asentamientos.