La Xunta anunció ayer que reducirá de 80 a 50 kilómetros por hora el límite de velocidad en la avenida Finisterre de Arteixo al añadir el tercer carril entre el cruce de la travesía de A Groufa (donde está ubicada la panadería Rozas) y la calle Guerra de la Independencia, en sentido Arteixo.

La Consellería de Infraestruturas e Vivenda considera que debe bajar el límite de velocidad debido a las "características urbanas de la zona" y a las "necesidades de movilidad del polígono (de Sabón)", según señala la resolución de aprobación del proyecto para añadir el tercer carril que salió publicada en el Diario Oficial de Galicia (DOG) de ayer. En esta zona se han construido varios edificios de viviendas en los últimos años. Entre la rotonda de Sabón y el cuartel de la Guardia Civil el límite es de 50 kilómetros por hora y desde aquí es de 80 hasta unos metros antes de llegar a la calle Guerra de la Independencia.

La Xunta también ha aceptado las alegaciones que presentó el Concello, que solicitó la construcción de aceras en el entorno de la panadería Rozas, que se mantuviesen las paradas del autobús en su misma ubicación y que el paso de cebra previsto en el proyecto se habilitase junto a los apeaderos del bus.

La propuesta que el Gobierno gallego anunció el pasado mes de marzo consiste en la ejecución de un tercer carril más en la avenida Finisterre, en sentido Arteixo. El proyecto incluye una rotonda con un diámetro de 36 metros en el cruce de la travesía de A Groufa, delante de la panadería Rozas. Esta glorieta tendrá una salida directa hacia la parcela de Inditex, lo que permitirá "absorber los tráficos de entrada y salida asociados" a este solar, según aseguró la Xunta. Los primeros 30 metros de este vial serán de dominio público.

El tercer carril que el Ejecutivo autonómico prevé construir en la avenida Finisterre empezará a la altura de la nueva rotonda y llegará hasta la calle Guerra de la Independencia. En el tramo que discurre entre la calle da Cerrada y Rozas la carretera pasará a tener cuatro carriles en total.

El coste de los trabajos, incluidas las expropiaciones, asciende a un total de 1,5 millones de euros. El proyecto estuvo expuesto al público hasta el pasado 11 de mayo, plazo en el que los interesados pudieron presentar alegaciones.

El alcalde arteixán, Carlos Calvelo, ya había asegurado que cree que la obra de la Xunta "va a mejorar la intensidad de tráfico" en la carretera, que soporta parte del tráfico que circula en dirección a Arteixo y a Sabón. Con el tercer carril se podrán segregar los tráficos que se dirigen a uno y otro destino.