La novia podría no ser la última en llegar a las próximas bodas de A Laracha. El párroco, Manuel Boullón, ha perdido la agenda en la que anota todos sus oficios, así que los fieles pendientes de casarse, bautizarse o comulgar con él por primera vez podrían no encontrarlo en el lugar y la hora acordados si no se lo recuerdan con antelación.

El cura pide a los fieles que se acerquen por la parroquia o contacten con él para recordarle las citas que tiene pendientes en lo que queda del año. "Para el próximo ya tenía que comprar otra agenda", apunta el religioso. "Si tengo algo y no me acuerdo, a lo mejor me llaman y yo tardo una hora en llegar, porque los domingos suelo ir a comer con mis hermanos a Ames, para no estar solo", cuenta el párroco.

Esta incertidumbre comenzó el pasado lunes, cuando las prisas le llevaron a arrancar su coche con la agenda sobre el maletero. "Me di cuenta a los tres o cuatro minutos y di la vuelta para buscarla, pero ya no la encontré", relata. Vecinos y feligreses le ayudaron a buscar por la zona en que se cayó la cartera, pero no tuvieron éxito.

La agenda era "del tamaño de una billetera", de color entre gris y marrón, describe el cura. Asegura que ofrecerá "una gratificación" a quien se la devuelva. El párroco afirma que nunca le había pasado nada semejante. "Si alguien la encuentra, que vaya a la iglesia. Yo ando por allí, tengo misa todos los días", asegura Boullón.