Resolver asuntos pendientes. Con ese objetivo ha comenzado su etapa como alcaldesa la socialista María Barral, quien ha prometido dar continuidad a Ramón García tanto en prioridades como en talante. La recuperación y protección de O Pasatempo, la eliminación de problemas de inundaciones en A Ribeira, la mejora de la estación de tratamiento de agua o la rehabilitación del casco antiguo marcarán el rumbo de la nueva regidora.

O Pasatempo. El parque enciclopédico acumula años de deterioro y dejadez. Casi cuatro décadas después del primer intento por proteger el histórico recinto, la Xunta ha iniciado este año los trámites para declararlo Bien de Interés Cultural (BIC). El Gobierno gallego impulsó el procedimiento un año después de la caída de un mural que acentuó la preocupación ya existente por el deterioro del parque. Después, el pasado mes de mayo, la Xunta trasladó a Betanzos su compromiso de colaborar en la financiación del proyecto para recuperar O Pasatempo. La Consellería de Cultura garantizó, sin concretar cifras, que aportará fondos para ejecutar la segunda fase de la rehabilitación del parque, para el que Concello y Diputación habían comprometido ya 750.000 euros (600.000 euros de la institución provincial y 150.000 euros del Ayuntamiento). Los trabajos buscarán recuperar y blindar la parte que, con la restauración de los años noventa, pudo recuperarse del parque, en originalmente ocupaba una extensión mucho mayor que en la actualidad y del cual se perdieron, destrozaron y expoliaron varias esculturas y piezas durante la Guerra Civil, periodo durante el cual O Pasatempo se utilizó como campo de prisioneros.

A Ribeira. A Ribeira. Las reiteradas inundaciones que sufre la zona de A Ribeira parecen acercarse a su fin, y Barral pretende rematarlas. El Ministerio de Fomento ultima los trabajos previos para iniciar las obras con las que se pretende erradicar, o al menos paliar, los frecuentes anegamientos que se registran en la carretera y que sufren las viviendas próximas a la zona del Malecón. El mes pasado, Fomento, después de que técnicos estudiasen la zona, aguardaba luz verde de la Dirección Xeral de Patrimonio para comenzar los trabajos. El departamento estatal anunció una inversión de un millón de euros. La obra incluirá la instalación de un colector y válvulas que impidan que el agua del río Mendo se desborde con los flujos de las mareas.

Estación depuradora. La turbidez del agua es otra de las asignaturas pendientes que Barral ha fijado como prioritaria. La Xunta y el Concello ultiman desde el mes pasado el proyecto de mejora de la estación de tratamiento de agua, anunciado ya en 2016. Tras una reunión con responsables de Augas de Galicia y la concesionaria del servicio de abastecimiento para analizar las actuaciones definitivas, el Gobierno local, dirigido todavía por Ramón García, aseguró en julio que el proyecto saldría a contratación "próximamente". La Consellería de Medio Ambiente, según trasladó el Ejecutivo betanceiro, pretendía iniciar los trabajos en 2019.

Casco histórico. Frenar el deterioro del casco antiguo es también prioritario para la alcaldesa. Llega cuando la Xunta acaba de contratar la rehabilitación de otros cuatro inmuebles de los diez que compró en 2010, de modo que suman siete los edificios de titularidad autonómica en proceso de recuperación.