"Tengo suerte de haber sido seleccionada para formar parte de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. El proceso fue duro porque se presentaron 800 personas y quedamos ocho", cuenta la actriz abegondesa Aisa Pérez, tras conseguir un hueco en la compañía más importante de teatro clásico en España.

La selección final duró tres semanas, con clases de verso, voz, cuerpo e interpretación. "Fue angustioso al ser seis horas al día y con treinta personas más, ya que en el fondo era un casting y todos queríamos conseguir la plaza. Ver tanta competencia fue duro", explica.

La actriz dio sus primeros pasos en el escenario del aula de teatro de Abegondo, de la mano del profesor Xosé Touriñán, quien le inculcó la pasión por el arte dramático. Tras representar algunas obras en su concello, se trasladó a A Coruña para estudiar el bachiller de Artes Escénicas y continuó con su aprendizaje en la Escuela de Arte Dramático de Vigo, por lo que le ofrecieron un papel secundario en la ópera El Barbero de Sevilla, dirigida por Curro Carreres, que fue representada en Santiago. "Al acabar la carrera entré en la compañía Atalaya y tuve la suerte de protagonizar a Mari Gaila en la obra Divinas Palabras. Fue el personaje que más he disfrutado, porque aunque Valle Inclán no escribe en gallego, hay algunas palabras galaicas y al ser la única gallega de la compañía y estar lejos de mi tierra, me hizo mucha ilusión dar vida a ese personaje", cuenta Pérez.

Entre los trabajos que abordará este año en la compañía, se encuentran Préstame tus Palabras, un proyecto pedagógico que pretende acercar el teatro clásico a colegios e institutos, y la representación de El Desdén, con el desdén, de Agustín de Moreto, que llevarán al Teatro de la Comedia de Madrid durante el mes de marzo. "Esta obra será muy diferente a lo que estoy acostumbrada a hacer, que se basa más en el teatro físico. Aquí lo primordial será adaptarme al género clásico, en el que siempre se habla en verso y hay que tener mucho cuidado con la palabra", explica la actriz.

Algunos de sus referentes del teatro clásico son Gabriel Garbisu y Vicente Fuentes, quien le anima a trabajar duro a pesar de que el mundo dramático es muy sacrificado. "Hablo mucho con Vicente Fuentes y una vez salió el tema de que los actores, sobre todo mujeres, cuando llegan a los 40 años dejan el teatro, porque no hay muchos personajes femeninos de esa edad y porque quieren asentarse y tener un trabajo fijo. Espero que llegue a esa edad con trabajo, pero es muy difícil este mundillo, por mucho que ahora mismo haya sido seleccionada entre 800 personas. Un año tienes trabajo y el siguiente no, hay mucha competencia y nada está seguro", admite Aisa Pérez.

Su trabajo no acaba en el Teatro de la Comedia, porque estará de gira el verano que viene por todos los festivales de teatro clásico español, como los de Almagro y Mérida. "Aún no he empezado a trabajar en la compañía, no conocemos el reparto ni cómo será la obra, pero estoy muy emocionada por compartir escenario con grandes profesionales. Mi reto ahora es hacer que esta obra que me supone mucho esfuerzo al ser en verso, me resulte satisfactoria y salga contenta de la compañía nacional", concluye la actriz abegondesa.