"¿Le han suspendido muchas asignaturas a su hijo este año? El centro culpa de ello a los estudiantes cuando el propio centro no cumple las normas pedagógicas ni las leyes de educación en materia de asistencia a los estudiantes con dificultades. Defendamos a nuestros hijos". Mensajes como éste han aparecido en carteles en Culleredo, en relación al instituto Rego da Trabe. El padre de un alumno que hizo tercero el pasado curso presentó ayer una denuncia ante el Servicio de Inspección Educativa y ante el Concello, contra el Consello Escolar, por lo que considera numerosas deficiencias: un aumento del fracaso escolar en los últimos años, una reducción del horario de consulta de padres a los docentes (media hora los martes) y omisión de la atención personalizada ordinaria regular y la personalizada a alumnos con dificultades en las asignaturas.

Este padre al que se han sumado otros progenitores y que están estudiando constituirse como asociación, está dispuesto a acudir "al contencioso" en demanda de que se cumpla le ley educativa. "No se avisa a los padres de cómo evoluciona el alumno durante el curso, pese a que es obligatorio según un real decreto, que obliga a profesores a aplicar planes específicos de atención. No aportan copias de los exámenes suspensos, lo que es un derecho constitucional del artículo 29", explica Francisco Vega.

Este padre recuerda también que el Rego da Trabe solo ponía en 2016 un día de exámenes en septiembre para todas las asignaturas, a razón de "diez o doce" exámenes, y ante la protesta de los padres se aumentó a dos días, lo que también considera insuficiente. Piden que el plazo mínimo para reclamar suspensos pase de tres días naturales a diez hábiles, como en la ley de Procedimiento Administrativo. También quieren docentes en el centro durante la primera quincena de julio y la segunda de agosto para aclarar dudas para septiembre.