El impacto ambiental de la futura ampliación del puente de A Pasaxe en el entorno de la ría de O Burgo apenas tendrá ningún efecto negativo, según figura en el estudio que ha redactado una ingeniería por encargo del Ministerio de Fomento y que acaba de publicarse. Aseguran que no habrá afección a ningún bien patrimonial, ni a los bancos de marisco ni aves. Reconocen no obstante que se supera el nivel de ruido en algún tramo.

Impacto de la actuación sobre las construcciones. Está previsto ejecutar la demolición del edificio de Copigal, que se reclama desde hace casi veinte años. Fue incluso arma electoral de la oposición, que acusaba al alcalde de Oleiros de permitir su ejecución mientras que éste replicaba que tenía que dársela tras la autorización de Fomento. El estudio también subraya la afección por polvo y ruido durante las obras a las viviendas del bloque de pisos que está delante de Icaria, donde está la parada de taxis en Santa Cristina, y en las viviendas al borde del puente, alrededor de la Casa Carnicero.

Impacto al patrimonio cultural. El proyecto indica que se debe ejecutar un programa de vigilancia del patrimonio cultural del área durante la construcción. Existen cuatro elementos patrimoniales: la Casa Carnicero y la Casa de las Chinchillas a cada lado del puente en Perillo; la Casa Grande, en el arranque de A Pasaxe en la zona de A Coruña; y el hallazgo arqueológico catalogado cerca del puente, que apareció al rellenar la playa de Santa Cristina: restos de material de construcción de la época romana, ladrillos y tégulas, de los que se desconoce la procedencia. Como no hay datos de una estructura romana, el impacto es "compatible", al igual que sobre la Casa Carnicero y la Casa Grande sí lo habrá pero será "compatible" y se exige vigilar que no afecte a los cierres de las fincas. Se fijan también medidas correctoras durante la obra por la presencia cerca de la punta de flecha de Santa Cristina de referencias a un pecio del pirata Drake y la flota de 1589, el viejo puerto de O Burgo y al Torreón de Bescansa. Se plantea un "control y seguimiento continuo".

Impacto acústico. Se reconoce que actualmente se supera el nivel máximo de ruido en el entorno del puente. El nivel solo está por debajo en la zona de la Conservera Celta. En el otro extremo, y enfrente, a los dos lados del puente, ya en Perillo, y también cerca de la rotonda de Santa Cristina, se superan los índices de 65 decibelios.

Impacto en el marisqueo. En la ría ya dos zonas de producción de moluscos y varios bancos autorizados. En el estudio se subraya que según datos de la Xunta de 2014, la producción libre a pie fue de 32.384 kilos, por lo que calculan que la obra de ampliación de A Pasaxe "implica una pérdida de 10,64 kilos al año" solamente, lo que se considera un impacto "compatible", aunque introducen medidas correctoras como muestreos periódicos. Se colocarán barreras antiturbidez también. Aunque se habla de la colocación de los pilares, no se indica a qué profundidad, cuánto se perforará el lecho de la ría.

Impacto en la fauna y la flora. Habrá "pérdidas puntuales de ejemplares arbóreos" pero resaltan que el entorno del puente ya está muy "antropizado". Hay doce plátanos en Santa Cristina que se verán afectados (frente a la parada de taxis), pero mientras en un plano se ve que se conservan, en otro las nuevas alineaciones pasan por encima. Se eliminará un plátano joven y dos álamos junto a Copigal y se verán afectados también cuatro álamos en As Xubias. También se indica impacto a la avifauna de la ría por el nivel de ruido por lo que se prevé realizar trabajos fuera de la época de cría. Sobre la fauna se asegura que en la zona solo hay "especies oportunistas carentes de especial interés". El estudio no recuerda el hecho de que la ría es el quinto lugar del norte de España más importante para las aves acuáticas, con 133 censadas en 2016 y unos 3.000 ejemplares a lo largo del invierno.