El Concello de Miño elevará hoy a pleno la cuenta general de 2017. La liquidación arroja un resultado presupuestario negativo de 7,9 millones, un ahorro neto también negativo de 1,48 millones y una deuda total al cierre del ejercicio de 15.089.423 euros.

El documento que recalará hoy en pleno destaca que la deuda viva del Ayuntamiento representa un 278,7 por 100 de los ingresos corrientes liquidados en 2017 (5.413.870 euros) y apunta como uno de los escasos aspectos positivos a la existencia de un remanente de tesorería para gastos generales de 1.053.923 euros.

El Ejecutivo municipal envió ayer un comunicado a los medios en que hace referencia únicamente de la cuantía del remanente, que atribuye al "programa de racionalización del gasto diseñado por la Alcaldía en 2015". "El Gobierno local logra los objetivos de ahorro marcados", destaca.

Menos optimista, la interventora vuelve a solicitar en su informe "responsabilidad política para corregir la cifra de ahorro neto negativo" y para garantizar "el principio de sostenibilidad financiera dentro de los límites de déficit, deuda pública y morosidad desde el próximo ejercicio 2019 hasta 2025" (por el pago de las cuotas del millonario préstamo para pagar a los expropiados de Fadesa).

La habilitada nacional encargada de velar por la gestión económica de Miño advierte de que el remanente positivo solo refleja una situación de solvencia financiera a corto plazo, pero que "la fuerte cifra negativa de ahorro neta e o nivel de deuda vida muy superior al 110 por 100 de los ingresos corrientes muestra que la situación económica-financiera de este ayuntamiento está gravemente comprometida".

El Concello deberá pagar este año la primera cuota del crédito concertado en 2015 de 12,5 millones y también devolver 700.000 euros del ingreso indebido del canon urbanístico de Monte Piñeiro.