El Belén Viviente de Bribes es una tradición que ni el mal tiempo de ayer impidió que recibiese decenas de visitantes. Herreros, pastores, niños panaderos o lavanderos o en talleres de manualidades y un apacible pesebre con María, José y el niño Jesús, adelantaron la Navidad en Cambre. Este año es el primero que el Concello organiza el belén, que hasta ahora hacía la Asociación de Veciños O Cruceiro.