La plaga del picudo rojo que arrasó con prácticamente todas las palmeras de la provincia de Pontevedra y que acaba de llegar al municipio de A Coruña, ya se ha instalado también en Oleiros. Una de las víctimas de este insecto voraz es el icónico ejemplar de la Casa de las Chinchillas, la señorial vivienda junto al viaducto de A Pasaxe. Tanto el edificio, originalmente de 1880, como la palmera, están catalogados en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM). El ejemplar de phoenix canariensis, palmera canaria, que según la propietaria se plantó cuando se hizo la casa, hace por lo tanto más de 130 años, está "totalmente muerto".

El daño de este coleóptero es muy visible, la palmera ha perdido muchas hojas y las que le quedan son de color marrón.

El propio alcalde, Ángel García Seoane, ha advertido que ya se han detectado tres casos en el municipio. Además del de la Casa de las Chinchillas el picudo ha atacado a otros dos ejemplares en la localidad de Mera. El Concello ha empezado a preocuparse ya que además de las que existen en propiedad privada hay muchos ejemplares municipales, los últimos los que se instalaron en las rotondas de la vía ártabra.

García Seoane ha aconsejado que en cuanto se detecte este problema se debe "eliminar el árbol inmediatamente", cortarlo y quemarlo para que el picudo no vuele a otro lugar y siga expandiéndose. Seoane ha solicitado así la colaboración vecinal para evitar que esta plaga acabe con las palmeras del municipio.

El problema, no obstante, es que es muy difícil advertir que un ejemplar ha sido atacado por este insecto, que se mete en el interior y puede estar hasta tres años sin que se vean síntomas de su ataque.

Los propietarios de palmeras deben examinarlas, ver si las hojas centrales tienen una coloración diferente, han empezado a caer algunas o tienen comedoras en forma de letra uve.

Otros signos son unas exudaciones gomosas en el tronco, agujeros en las axilas de las hojas o presencia de capullos o larvas. En cuanto la copa está totalmente seca, la palmera está muerta, situación en la que se encuentra esta más que centenaria de A Pasaxe. Justo enfrente existen otras dos de otra finca, de igual porte, que podrían estar en peligro.

Algunos vecinos ya han pedido un plan de prevención y tratamiento como ha hecho A Coruña tras detectar seis casos, cinco en fincas privadas. El control es absoluto en las emblemáticas palmeras canarias de los Jardines de Méndez Núñez.