Trabajadoras de la escuela infantil de Miño A Ceboliña, representantes de la Confederación Intersindical Galega e integrantes del BNG se concentraron ayer frente al centro para exigir la readmisión de la empleada despedida y denunciar los incumplimientos de la concesionaria, Novo Alicerce.

Horas antes de la protesta, representantes del sindicato y de la plantilla mantuvieron un encuentro con el alcalde, Ricardo Sánchez, que se comprometió a mediar con la empresa para intentar reconducir la situación, según informan desde el sindicato. La CIG explica que la prórroga de la concesión venció ya el pasado agosto y que el Ejecutivo municipal se ha comprometido ahora a sacar a concurso el servicio por el procedimiento de urgencia y a tomar medidas contra la empresa si se demuestran los incumplimientos del pliego que denuncian las trabajadoras.

La empleada despedida y sus compañeras afirman que el despido fue una "represalia" y que se produjo cuando la plantilla comenzó a movilizarse por los "reiterados" incumplimientos de la empresa. Apelan, en concreto, a retrasos en las nóminas y a la negativa de la dirección a permitir a las empleadas el uso gratuito del comedor o a facilitarle la ropa de trabajo pese a que son derechos reconocidos por convenio.

La dirección de la escuela infantil niega a estos extremos y sostiene que el despido se debió a causas objetivas que no pueden desvelar porque incumpliría la ley de protección de datos. Desde Novo Alicerce vincularon los retrasos en el pago de nóminas con su dependencia de las subvenciones municipales.

El candidato por el BNG de Miño, Henrique Abraira, participó ayer en la concentración e instó al Gobierno local a actuar de inmediato para garantizar los derechos laborales y un servicio de calidad.