Gelo repitió ayer disfraz en su tradicional sainete carnavalesco con la Compañía Municipal de Teatro. El alcalde de Oleiros y líder de Alternativa dos Veciños se trasmutó de nuevo en toro, un animal con el que se equipara en casi todos los plenos, en los que suele presumir de ser "un toro bravo" que "turra a Dios" y al que le sobran "huevos".

Si hace cinco años dirigió sus cornadas contra el por entonces presidente de la Diputación, Diego Calvo, el toro Gelo, más bravo que nunca, se desquitó de lo lindo con los políticos con los que lidiará el partido de la margarita en mayo. Los alcaldes-toreros Xulio Ferreiro, Óscar García Patiño, Carlos Calvelo y José Ramón Rioboo no le hicieron ni un rasguño al miura.