El chico posa para la foto encaramado a una escultura y dice que es el "más mono rey" y suma más de 170 me gusta en Instagram. La pieza escultórica que le aguanta pertenece al parque enciclopédico de O Pasatempo, una joya singular que hoy cumple 180 días, supuestamente, cerrada al público por obras de rehabilitación. Pero la realidad es que los trabajos llevan meses parados y al recinto acceden personas de forma continua por la parte superior. Esta Semana Santa se llenó de visitas furtivas que pasearon entre sacos de obra, tuberías, fragmentos de esculturas apiladas en cualquier parte y piedras tiradas encima de los frágiles mosaicos.

Hace un año que la Xunta inició el trámite para declarar este lugar como Bien de Interés Cultural (BIC). Aunque le queda otro año de plazo para resolver, al recinto ya se le aplica la protección provisional de la Ley de Patrimonio Cultural de Galicia, pero ninguna administración parece tomarlo en serio.

La Asociación de Amigos do Parque do Pasatempo es la única entidad que vigila y alerta de lo que sucede en el lugar. Ya informó al Concello de la entrada continua de personas en el recinto y lo demostró con imágenes que realizaron, otras que les envían vecinos de Betanzos y también las que descubren en las redes sociales.

"Hablamos hace tiempo con la alcaldesa y el concejal para que cerrasen por arriba pero nada. Partes derrumbadas en febrero de 2017 siguen en el mismo lugar. Yo soy aparejador y fui director de obra en rehabilitaciones y sé que deberían estar guardadas, protegidas de robos y de las inclemencias del tiempo. Sabemos que se han llevado fragmentos con conchas como recuerdo. Gente que se sube a las estatuas. Hay jóvenes que entran allí a beber. Hay zonas donde aparecen muchísimos medicamentos", enumera el expresidente de la asociación, José Souto.

Los integrantes de la asociación, entre ellos varios restauradores, no entienden el tipo de obra de rehabilitación que se ejecuta desde octubre de 2018, tras el último derrumbe en el parque, el desprendimiento en el mural del barco de vapor. "Ves hormigón, poliuretano... no son elementos para una restauración", subraya Souto.

Esos trozos del barco están tirados tal cual cayeron, sin nada que les proteja del tiempo ni de los vándalos. Bolsas de arena sin calzar correctamente las esculturas, tablas, palés, piedras, bloques, plásticos tirados de cualquier manera por una zona llena de agua... Así está el futuro BIC, un elemento que tiene un alto coste de mantenimiento pero que también supone para un concello historia, cultura, turismo, riqueza.

"No tenemos ninguna noticia del Ayuntamiento ni de la Xunta y queremos alertar de cómo está esto", afirma la presidenta de la Asociación de Amigos do Pasatempo, Catuxa Lage. "Hemos preguntado quién hace esta obra, que lleva meses sin nadie en ella, cómo se contrató,. En el Concello nadie nos dice nada. Ni tampoco le dicen nada a los grupos de la oposición, no hay transparencia", destaca José Souto, quien se pregunta si habrá algo que arreglar cuando lleguen esos 800.000 euros prometidos de Xunta y Concello.