La fiesta de los estudiantes del INEF, que ya fue noticia en 2017estudiantes del INEF por estas fechas, volvió a serlo el pasado martes, el último día de abril, por el estado en el que amaneció la playa de Bastiagueiro, donde realizaron la celebración. "Aquello parecía un campo de batalla, un estercolero tremendo", denunció el alcalde, Ángel García Seoane. Pero también vecinos residentes en la zona e incluso entidades deportivas criticaron cómo apareció el arenal y su entorno, con bolsas, envoltorios de chucherías, latas de refrescos y botellas de cerveza y cristales rotos desperdigados por todas partes.

García Seoane afirmó que los operarios llenaron unos "veinte contenedores de basura" además de numerosas bolsas. El regidor destacó que la fiesta se les fue de las manos porque invitaron a amigos y al final llegaron al arenal jóvenes procedentes de lugares como Carballo y Ordes. "Al final fue una convocatoria a nivel casi provincial", agregó Seoane, quien destacó que no permitirán que vuelva a suceder.

En 2017 estos estudiantes solicitaron la Casa Silva en Bastiagueiro para realizar su fiesta de graduación y aunque habían indicado en la solicitud de préstamo que serían unas 50 personas al final sumaron 400 y se generó una tonelada de basura además de daños en el recinto y en la casa municipal. Por la mañana aún había jóvenes junto a multitud de pilas de packs de cerveza sin abrir.

"Se comprometieron a limpiar todo después pero no hicieron nada. Allí había gente drogada y borracha, hasta defecaron en la calle. Buscaban ganar dinero con la venta de bebida. Les dijimos que cristal no pero estaba lleno. Estas fiestas no son controlables", lamentó el primer edil oleirense.

Las redes sociales registraron tanto las gigantescas colas para subirse al autobús que pasa por Bastiagueiro para ir a esta fiesta en la estación de autobuses de A Coruña como las lamentaciones de los jóvenes que no pudieron acudir.